…. Este mar imprevisto que la retina apresa
-plomo y verde de invierno, blanco y añil de estío-
viñeta que eterniza la efímera sorpresa,
ornada de gaviotas y ausente de navío.
Se entregan, mar y playa, a un emulado canje.
Él la besa de espumas de cien bocas,
y ella le corresponde cediendo de su alfanje
esa maravillosa ceniza de las rocas…
Gerardo Diego