Fray Hilarión resucita en unas nuevas vidrieras en Lugás.
Desde esta semana la iglesia de Santa María de Lugás en Villaviciosa, recupera dos preciosas vidrieras, obra de la artesana vecina de Villaviciosa, Carmen Soberado. Así nos cuentan el párroco de Lugás, Don Agustín Hevia este estreno, y como pretende recuperar también el antiguo reloj de sol de la iglesia. También nos lo cuenta, Carmen Soberado
Agustín Hevia: Fue por el año 1822, cuando Fray Hilarión, monje expulsado de San Juan de Corias por el Gobierno Constitucional, recibió el encargo de pintar un reloj de sol para la Iglesia de Santa María de Lugás, cosa que realizó con el mayor esmero y calidad. Tal reloj tenemos en mente restaurarlo en fechas próximas, devolviéndolo a su belleza primitiva.
Además recibió el encargo de cofeccionar unas vidrieras para las dos ventanas que existen en la Capilla mayor y en la Capilla del Santo Cristo. Lamentablemente las vidrieras de Fray Hilarión desaparecieron, al ser incendiada la Iglesia en 1937, dentro de los azares de la Guerra Civil.
Si hemos mentado la “resurrección de Fray Hilarión” es porque las dos vidrieras, que él había realizado acaban de ser recuperadas por unas nuevas vidrieras, debidas a la mano experta de Carmen Soberado, artista villaviciosina, dedicada a la confección de vidrieras y de tapices de gran belleza, hechos a manera de “collages”, de telas las más variadas.
Tanto en la técnica vitralista, como en la de los tapices, sus obras son de una exquisitez depurada, habiendo expuesto sus realizaciones en Villaviciosa (Café de Vicente), como en Potes de Santander y, para el mes de Septiembre expondrá en Alsacia de Francia.
Las nuevas vidrieras de Lugás, siguiendo modelos y técnicas tradicionales, están destinadas a la Capilla Mayor, por lo que en ella destaca la inclusión del anagrama mariano, sobre color azul, de tanta simbología en el culto de la Virgen María. La de la Capilla del Santísimo Cristo de la Misericordia, ostenta el anagrama cristológico, con una novedad referida a su contenido. Dibuja una cruz con la inscripción IC XC-NIKA, que se traduce “Jesucristo es la Victoria”, definición que los primeros cristianos delinearon ya en las inscripciones de las catacumbas. Naturalmente, el color que enmarca la vidriera, es el rojo, color la Sangre del Señor, derramada en su Pasión.
Bien se puede decir que las hermosas vidrieras antiguas, obra de Fray Hilarión, monje de Corias, hacen no solo redivivo al noble artista en las nuevas que con vocación de perfección ha realizado Carmen Soberado, la vitralista maliaya, a quien auguramos muchos éxitos en su carrera profesional
Y así nos cuenta, Carmen Soberado la realización de estas vidrieras:
Como vitralista debo decir, que la creación de una vidriera siempre es una satisfacción y más aún cuando como en este caso y siendo vecina de Villaviciosa, su destino es un lugar tan especial como Santa María de Lugás.
La realización de ambas vidrieras fue sencilla, aunque unos marcos bastante deteriorados ralentizaron bastante su colocación.
Pero ya están colocadas en el lugar para el que fueron concebidas y desde allí nos iluminarán con sus suaves colores en esos momentos de recogimiento que solamente un lugar como Santa María de Lugás, puede proporcionar.