Reportaje y fotos. Antonio Parrado uno de los últimos artesanos mieleros de Villaviciosa
Vicente Alonso
Antonio Parrado Fresno a sus 82 años es seguramente uno de los mayores expertos apicultores artesanos qué quedan en Villaviciosa y Cabranes.. Aunque ahora ya está jubilado recuerda como se inició en la afición por el mundo de las abejas. “Ya mi abuelo Pepe Huerta tenía abejas hace más de un siglo. Desde niño en casa siempre conviví con abejas y colmenas que entonces eran casiellos de madera. Después aprendí el oficio con ‘Luciano el de los Patios’, mieleru de La Villa. Iba con él por todos los pueblos de Villaviciosa y Cabranes. Llevaba extractor de miel conmigo, me enseñó a sacar la miel de las colmenas, pero lo más importante que aprendí fue a saber manejarlas”, explica este experto en abejas con las que convive desde hace más de 70 años
Parrado hasta su jubilación recogió miel de forma artesanal durante casi 40 años. ”Por encargo he llegado a sacar miles de kilos de miel anuales. Siempre utilizaba un ahumador con un cachín de sacu viejo y serrín porque dura más para sacar los cuadros de la miel de las colmenas. Después había que desopercular los panales y meterlos en el extractor para sacar la miel Pero siempre con todo el proceso hecho a mano. Hay que conocerlas bien y sobre todo saber manejarse entre ellas” explica este artesano mielero
Antonio Parrado junto a sus colmenas
Un ejemplo del conocimiento de Antonio Parrado sobre el mundo de la apicultura y las abejas es que llegó un momento en que ya estaba inmunizado contra sus picaduras, “Me picaron tantas veces que mi cuerpo se inmunizó. Pero hay que tener mucho cuidado si eres alérgico, te pueden matar si te pican y no vas pronto a un médico. Hay gente que también le pican y el veneno puede llegar a hacerte alérgico, cuando el cuerpo va acumulando veneno y no lo expulsa”
Este enamorado de las abejas dice que tienen un papel clave en medio ambiente, “Este pequeño insecto es seguramente el mejor polinizador del mundo, sin abejas no hay floración y sin formación no hay frutos. Más allá de la producción de miel desempeñan un papel fundamental, tanto en nuestro ecosistema natural, como en la alimentación de la humanidad. En grandes plantaciones de manzanas y kiwis de Asturias siempre se ponen colmenas, las abejas polinizan y así los árboles producen mucho más”
Y habla con sabiduría y pasión sobre las bondades de este alimento tan nuestro. “La miel es uno de los alimentos más naturales y de mayor calidad del campo asturiano. Es un alimento muy saludable y bueno contra muchas enfermedades, hasta para la memoria se dice. En nuestro medio rural hay mucha variedad de floración lo que le da un sabor muy especial. Debería ser uno de los alimentos emblemáticos de Asturias”. Y recuerda Parrado, ”a veces los cazadores cuando iban al monte me pedían miel y la mezclaban con agua y limón y la sustituían por una comida, la miel también da mucha energía”. Y explica que aunque es diabético y no toma azúcar o pasteles, “sigo tomando una cucharadina pequeñina de miel casi todos los días. Pero hay que tener mucho cuidado de no abusar de ella si se es diabético”, pero advierte, y matiza, “aunque tiene mucha fructosa, también tiene un poco de azúcar”.
Pero este experto mielero ahora se muestra preocupado por los daños y ataques que están sufriendo nuestras abejas por parte de la peligrosa especie invasora avispa asiática, “En Valbuena, Cabranes, llegué a tener 30 colmenas. En los últimos años ya me había quedado con 10, ahora ya solo me queda una bajo el horru y dos en un prau cercanu, porque las abejas asiáticas me están acabando con abejas y colmenas. El año pasado maté miles, una a una con una paleta y con trampas. En Valbuena se veían nubes de ellas. Y aunque quitaron muchos nidos en todo el concejo, no se lo que pasará este año”
Parrado sacando miel
Reconoce que las abejas son parte de su vida. “Primero fueron trabajo y después afición. Cada día vengo a ver las abejas y colmenas debajo del horru en Balbuena. Me gustó mucho el oficio pero lo deje a la jubilación. Ahora ya solo recojo miel para mí y algún regalo de compromiso de algunos vecinos y amigos”.
Ahora muestra su gran preocupación por el futuro de la especie. “Me dolerían mucho que nuestras abejas pudieran llegar a desaparecer, espero que no ocurra, pero a mí me están menguando muchísimo. No sé cuál es la forma de controlar esta especie invasora que tantas mata. Espero que el problema pueda solucionarse”, dice Parrado.
El artesano mielero con las colmenas bajo el horru