La Navidad siempre guarda un espacio para la magia, y en la playa de Rodiles esa magia ha vuelto a hacerse visible. Entre los pinos y eucaliptos junto a  el arenal, ha reaparecido esta semana —por tercer año consecutivo— un enigmático “Árbol de los Deseos  de Navidad”  que ya se ha convertido en tradición  al aparecer por tercer año consecutivo. Decorado  con estrellas de Belén, bolas brillantes y luces decoradas, el árbol irrumpe en el paisaje costero como un guiño inesperado al espíritu navideño.

Quienes recorren la senda que rodea la playa se encuentran de pronto con este pino transformado en un símbolo de ilusión. Con el inicio de diciembre, el árbol apareció de nuevo, impecablemente adornado, despertando sorpresa y sonrisas entre vecinos y visitantes.

A sus pies, una pequeña caja contiene un mensaje que invita a detenerse: “Pide un deseo al Arbol de los Deseos de Navidad”. Y es ahí donde comienza la verdadera magia. Colgado de sus ramas, un recipiente con libreta, un bolígrafo   y bolsa espera a que cada visitante escriba sus mejores deseos y los deposite en el árbol.

Junto a él, una segunda caja hace de buzón para las cartas, acompañada de un cartel que lo anuncia sin rodeos: “Árbol Mágico de los Deseos de Navidad”.

Los árboles de los deseos tienen raíces muy antiguas. En diversas culturas, este tipo de árbol mitológico simboliza la posibilidad de cumplir anhelos y transformar sueños en realidad. En muchos países, la tradición se mantiene viva: las personas escriben sus esperanzas navideñas y las cuelgan en sus ramas como un acto de fe, unión  y buenos deseos de salud,  bienestar, suerte, prosperidad, paz y felicidad, tanto para uno mismo como para los demás, o incluso deseos compartidos de un mundo mejor.

Quien esté detrás de esta iniciativa prefiere seguir en el anonimato, pero sus intenciones brillan tan fuerte como las luces que adornan el árbol: llenar Rodiles de buenos deseos y recordar, una vez más, que la magia de la Navidad empieza en los pequeños gestos.

“Nunca había visto  un árbol navideño tan guapo  al lado del mar,  y con  caja para pedir buenos  deseos para Navidad. Hay  felicitar a la misteriosa persona que tuvo tan original iniciativa  llena de magia navideña",  dice sorprendido y agradecido por la iniciativa  Guillermo Cadavieco,   vecino de Villaviciosa quien recorre este paseo del arenal  de Rodiles arenal casi a diario.

Con esta sorprendente iniciativa en Rodiles, sus anónimos creadores parecen querer compartir el espíritu navideño con todos los que se acercan a este singular árbol, un gesto que transforma la zona de paseo en un escenario envuelto en magia y misterio..