De paseo por Villaviciosa
Hoy nos vamos de paseo por los rincones más bonitos del casco urbano de Villaviciosa. Os contamos su historia y os dejamos una docena de fotos espectaculares como esta
El casco histórico de Villaviciosa se caracteriza por conservar, como en pocos lugares, la esencia del pasado noble de nuestra hermosa villa.
Comenzamos el recorrido por el Parque Ballina, zona de esparcimiento que data de 1928. Dando un paseo por el interior del parque podremos encontrar, entre otras cosas, la estatua que recuerda el mercado de ganado que antaño se celebraba en dicho lugar todos los miércoles, así como la escultura de bronce obra del artista ya fallecido Eduardo Úrculo; la figura representa un sombrero y siete manzana, y se erigió en memoria de uno de los fundadores de la fábrica El Gaitero, José Cardín.
A pocos metros, nos encontramos con la Casa Consistorial; el edificio data de 1902 y destaca su estilo sencillo y refinado, así como el marco donde se ubica, con el Parque Ballina al fondo, y al frente la conocida popularmente como Plaza del Güevu.
Caminando unos metros a través de la calle Balbín Busto, aparece ante nosotros la interesante construcción del Mercado de Abastos, edificio de principios del siglo XX ideado con la intención de concentrar en este edificio todo el comercio villaviciosino; para ello, se alquilaban una serie de puestos fijos durante un año, mientras que los puestos diarios pagaban una “perrona” (antigua moneda) al recaudador de la plaza y se repartían por todo el edificio. Hoy en día todavía pervive la costumbre de algún vendedor, generalmente pequeños agricultores de pueblos, que instalan su puesto los miércoles.
Tras visitar el Mercado de Abastos, y transitando por las calles Balbín Busto y General Campomanes, llegaremos hasta la Plaza del Ecce Homo donde encontraremos restos de la antigua muralla medieval; originaria del siglo XIII y construida en tiempos del monarca Alfonso X El Sabio, contaba con puertas principales y dos secundarias, y marcaba los límites entre el campo y la villa o “pola” medieval. En las inmediaciones de la muralla, en un pequeño paisaje conocido como la “Caleyina Les Indies”, se encontraron durante unas excavaciones los restos de un taller de maestros artesanos azabacheros. El azabache villaviciosino es conocido por ser el más duro y de mejor talla del mundo, y concretamente la zona de Les Mariñes (Argüeru, Oles, Tueru, Quintes, Villaverde...) cuenta con minas y artesanos dedicados a este material, arraigado desde hace siglos a la cultura y tradición de Asturias.
A partir de aquí, nuestro recorrido nos llevará por el casco histórico de Villaviciosa, en el que encontraremos interesantes muestras de arquitectura civil. Así, paseando por las calles de José Caveda y Nava (más conocida como Calle del Agua), la Calle del Sol, o la García Caveda (El Ancho), descubriremos el pasado noble de Villaviciosa admirando las fachadas blasonadas de palacetes y casonas como el Palacio de los Peón, el Palacio y Torre de los Valdés o el Palacio de la Concha. Tiene especial interés la Casa de los Hevia por ser el edificio en el que se alojó el Emperador Carlos I de España y V de Alemania.
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