“LA GASTRONOMIA DE CALEYA EXISTIÓ SIEMPRE, SÓLO HAY QUE BUSCARLA”
La periodista de La Nueva España, Ana Paz Paredes, presentó este viernes en el Café de Vicente, Villaviciosa, su segundo libro “Asturias, pucheros en el paraíso”, sobre bares de buen comer en la zona rural de Asturias. GALERIA DE FOTOS
Redacción – Villaviciosa. Dic 2016
“Nunca me canso de venir a Villaviciosa. Aquí hay muchos rincones que guardo en el corazón y sobre los que, siempre que puedo, escribo”, dijo la periodista de La Nueva España, Ana Paz Paredes, durante la presentación de su segundo libro “Asturias, pucheros en el paraíso. Bares, rutas y recetas”. La cita en el café no pudo ser más cordial y aún más teniendo en cuenta el número de personas que acudieron y llenaron el local. Vicente Alonso, propietario del establecimiento, presentó a Begoña Gutiérrez, reconocida artesana azabachera de Oles, quien fue la encargada de ofrecer a los presentes un perfil de la autora del libro, con quien además mantiene una gran amistad tras conocerse años atrás mientras realizaba un reportaje. “Ana Paredes es una enamorada de su tierra y una de sus mejores embajadoras. Cuando escribe sobre Asturias es capaz de acercarla a todo el mundo, de que la sientan como ella la siente. Es una auténtica caleyera y lo curioso es que, después de tantos años, sigue descubriendo nuevos rincones, bares e historias para los lectores del periódico”, dijo.
La autora, por su parte, hizo una amplia reseña de los contenidos de su último libro, destacando que se basa en la serie “Un camino entre pucheros” que cada sábado, y de forma ininterrumpida, publica La Nueva España y en la que descubre a los lectores bares de buen comer y trato cordial en la zona rural de Asturias. “En mi primer libro, Asturias entre pucheros, había 66 bares y en este segundo hay otros 70 nuevos con una amplia información sobre los mismos, además de 70 recetas, una por cada bar, y numerosa información turística de interés para que los lectores disfruten del día completo en torno al bar donde deciden ir a comer. También ha reseñas de fiestas, mercados y celebraciones gastronómicas, y pistas para llegar a los lugares sin problemas”, dijo.
Tuvo la autora una cálida referencia a vecinos maliayeses por los que la periodista siente especial querencia. Así recordó, por ejemplo a “Tomás Noval, el último minero azabachero de Oles a quien tuve el placer de conocer y con quien charlé en varias ocasiones”, y también recordó a los hermanos Bonhome “que no sólo siempre me permitían bajar hasta su casa y esa playa que lleva su nombre a hacer fotos, sino que además hasta me invitaban a tomar unos culetes de sidra”. También recordó con cariño a Alfredo Soto, “el molinero de Obaya que hace muchos años compartió conmigo su pequeño paraíso. Siempre le decía que iba a escribir un libro y nunca llegó a verlo. Ya ve, Alfredo, pues ahora van dos. Qué sitio tan bonito el de su molino y que grandes personas él y su mujer. Siempre le recuerdo cuando veo un molino junto a un río y siempre me digo que ninguno, ¡ninguno!, es tan bonito como el suyo”, señaló.
La periodista también citó varios rincones de Villaviciosa como sus favoritos, entre ellos, “la ría en marea baja, el molino de mareas, la playa de Misiego y El Puntal, el casco antiguo de Villaviciosa, San Juan de Amandi, Valdediós, el faro de Tazones, pasear por Rodiles al atardecer o o diversos pueblos como Selorio, Tazones, Rales o Sietes. De hecho a lo largo de estos cuatro años han sido ya nada menos que catorce los bares y restaurantes de pueblo que, ubicados en el concejo de Villaviciosa, han protagonizado uno de los capítulos de “Un camino entre pucheros” en La Nueva España.
Tras la presentación la autora entabló una coloquio con los presentes que se convirtió en una charla distendida y amable sobre cuanto se refiere a los bares de los pueblos. “La gastronomía de caleya siempre existió, lo que pasa es que hay que salir a buscarla. Asturias es inabarcable y siempre quedan, aunque no lo parezca, muchas caleyas por las que perderse buscando esos lugares de buen comer y mejor trato. Yo en estoy en ello y para mí no hay mayor satisfacción que descubrírselos a los lectores”, dijo ella. Terminado el coloquio Ana Paz Paredes firmó varios ejemplares al público que acudió a la presentación.
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