-
-
-
*Sábado 24 de octubre de 2009, 21 horas*
*Teatro Riera, Villaviciosa*
*Mitch Woods:* Piano & Voz
*Amadee Castenell*: Saxo tenor
*Jimmy Moliere:* Guitarra
*John Yarling*: Batería
*Cornell Williams:* Bajo
El pasado sábado y durante dos horas, la ría de Villaviciosa se fundió en un
caluroso abrazo con las marismas de Luisiana, gracias al desbordante talento
del pianista y vocalista Mitch Woods.
Acompañado de un plantel de músicos
con solera, veteranos de algunas de las mejores bandas de *Rythm **&
Blues*,el espectáculo se abrió con la primera de una serie de
composiciones propias que, lejos de limitarse a los estrechos cánones del mero, revival, para nostálgicos, recogen el relevo de los clásicos del género para actualizarlo
y comunicar su entusiasmo a nuevas generaciones de oyentes. También hubo
sitio para versiones de blues clásicos como el conocido, Third Degree, de
Eddie Boyd (cantado por el bajista Cornell Williams), e incluso para dedicar
una canción a la concejal de cultura Ana López con motivo de su cumpleaños,
la divertida, Got a New Car.
Y no podía faltar el tema que da nombre a la banda, el mítico, Rocket 88, de Jackie Brenston y Ike Turner, considerado por muchos la primera composición de, rock, Swing, jump-blues, boogie-woogie, rock'n'roll y otros ritmos altamente contagiosos se adueñaron de un abarrotado Teatro Riera mientras la temperatura subía por momentos.
Calor al que se refirió en repetidas ocasiones el artista (parece California, comentó), quien refrescaba sus labios con lo que aparentaba ser un buen vaso de sidra asturiana.
Como es natural, el público no pudo quedarse quieto, y entre palmas, bailes y silbidos fue transcurriendo la animadísima actuación.
Al final, en pie gran parte de los asistentes, el bis no se hizo de rogar, y Woods abandonó la sala con una sombrilla en la mano y al ritmo de, When the Saints Go Marchin' In. Le seguía una fila formada porlos más entusiastas de entre los asistentes, aunque a estas alturas de la noche ya todos sabíamos que la herencia sonora de Jack Dupree, Louis Jordan, Dr John o Professor Longhair estaba en buenas manos.
El viaje musical a Nueva Orleans había concluído. En la calle, el orvallo nos recordó que volvíamos a estar en casa.
*José Antonio Cabo*