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Cinco días han bastado a Pedro, que trabaja en un hotel en Avila y a Manoli, una parada de tantas dice, para enamorarse de Villaviciosa y Asturias.
«Es la primera vez que venimos a Asturias, ya conocíamos Galicia y Santander, siempre elegimos el norte, sobre todo por la gastronomía».
Comienzan diciendo, «nos ha encantado la gente, hemos conectado muy bien», -- doy fe de que con ellos también es muy fácil comunicarse-
«Villaviciosa es un pueblo chiquitito, acogedor y muy limpio». Pedro, «es como una pequeña ciudad, hay de todo, se ve mucha gente de la zona y nos sorprende que hemos encontrado menos inmigrantes que en otras zonas turísticas. Como somos de hostelería, hemos notado mucho interés en el buen servicio, en atenderte bien».
- ¿Qué lugares visitasteis desde aquí, en Asturias?
Llanes, Covadonga, la gruta y la basílica son impresionantes, Los Lagos muy bonitos, aunque yo lo pasé, mal muy mal, dice Manoli, por la carretera tan estrecha y la niebla. De Cangas de Onís nos sorprende el nivel de las tiendas y la mayoría de hostelería, muy bonito el puente.
Nos hubiera gustado haber bajado el Sella, fuimos a conocerlo, pero tantas cosas a la vez no se pueden hacer, lo dejamos para la próxima visita.
- ¿Y de Villaviciosa?
La playa de Rodiles y Tazones, donde comimos muy bien, rape a la plancha, almejas fritas, buenísimas y percebes, fue en el restaurante El Pescador, sentados al borde del mar.
- ¿Habéis probado la sidra?
Nos hemos bebido unas cuantas botellas, la mejor fue en Avilés, sabe muy distinta cuando te la escancian a echarla uno en el vaso.
- Algo que nos os haya gustado
Una cala en la zona del oriente, no vamos a decir el nombre, había gente muy rara. También hemos echado de menos el tapeo, tapas pequeñas, señalan, en Avila hay en todos los bares, pero supongo que en cada zona habrá unas costumbres.
Y nos parece raro que en Villaviciosa las esquelas estén a las puertas de los bares.
- ¿Y los precios?
Normales, el hotel genial y el precio razonable, los menús buenos y a buen precio y comer a la carta igual.
- ¿Alguna anécdota?
En Cangas de Onís nos ofrecieron judías con chorizo, yo pensé dice, Pedro, que se referían a fabada, que era lo que quería comer, pero no, eran judías con chorizo al estilo de Avila, pero como también me gustan estaban muy buenas.
En un café de Villaviciosa, disfrutamos y vivimos como si fuéramos unos más de los vecinos y clientes, la inolvidable victoria de España contra Alemania, que nos clasificó para la final del mundial – el que esto escribe da fe de ello, y de que al terminar el partido contra Holanda y ganar el campeonato mundial, Manoli y Pedro fueron los primeros que llamaron por teléfono, donde nos felicitarnos mutuamente-
Y se despiden diciendo, «y lo mejor de todo la temperatura, es un lujo, volveremos pronto».