Villaviciosa mostr贸 admiraci贸n y cari帽o por 鈥淎lfred铆n el de Lombarda鈥, un ciclista sin fronteras
60 FOTOS Y VIDEO: Alfredo 脕lvarez 脕lvarez, conocido como "Alfred铆n el de Lombarda", recibi贸 ayer un emocionado tributo en Villaviciosa, donde tambi茅n se present贸 el libro dedicado a su vida sobre la bicicleta, "Alfred铆n, un ciclista sin fronteras鈥 del que es autor el villaviciosino, Ram贸n Gonz谩lez Zapico
Alfredo Álvarez Álvarez, más conocido en Villaviciosa como "Alfredín el de Lombarda", recibió este domingo un entrañable homenaje en forma de libro. Una abarrotada sala de la Casa de los Hevia, acogía la presentación de la obra "Alfredín, un ciclista sin fronteras (Un auténtico "randonneur")", con la que su autor, Ramón González Zapico repasa la trayectoria de Alfredín sobre la bicicleta. En la presentación, estuvo acompañado de Etelvino Gonzalez, el presidente de la Federación Asturiana de Ciclismo, José Antonio Díaz Soto, y representantes de la Sociedad Cicloturista Asturiana, encabezados por Emilio Pérez Matos, además de representantes del Club Ciclista Villaviciosa, y el Alcalde del municipio, Alejandro Vega Riego, junto con varios concejales de la corporación maliayesa.
Este libro es una iniciativa de Ramón González Zapico, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Villaviciosa. El autor destacó que estamos ante “ una persona entrañable que destacó por su incansable faceta de ciclista que llevo a Villaviciosa por medio mundo". En el mismo, se hace un recorrido a la trayectoria deportiva de este ciclista local no profesional, que ha creado escuela produciendo un cambio de paradigma en la forma de practicar el cicloturismo deportivo en los años 70. Alfredín, comenzó en 1978 su participación en marchas sociales y se lanzó a su primer reto: hacer una maratón de Oviedo a Madrid en un solo día. Lo hicieron 3 ciclistas en junio del 79. En el libro se hace un recorrido gráfico y literario de su trayectoria viajera y maratoniana, desde los primeros viajes interprovinciales (León, Santander) con sus amigos de juventud en los años 60, a los grandes viajes individuales por diversas capitales europeas: Madrid, París, Londres, Roma, Varsovia, Praga, Viena. No pudo visitar Berlín, año 1979, como era su propósito. Se recupera asimismo la memoria de los primeros ciclistas villaviciosinos que han sido un referente para Alfredín, Pepe Obaya y Toni Tirador, ambos ganadores del Circuito del Portal. Y también la de aquellos otros que, ciclistas y cicloturistas, niños y jóvenes, se reunían en su taller de la Caleyina Les Indies, verdadera escuela de ciclistas.
Ramón González Zapico, agradeció a todos los que han colaborado para lograr sacar adelante esta obra, al club ciclista local y al Ayuntamiento, y anunció que habrá una nueva edición dado que ayer se agotaron todos los ejemplares puestos a la venta.
Etelvino González, hizo una detallada presentación, llena de referencias a la trayectoria de Alfredín, a quien califico como un "ciclista de larga distancia, autónomo y no competitivo, a quien nunca se le puso nada por delante”. Y destacó que las fotos recopiladas por el club ciclista maliayés son "un regalo para la memoria y el recuerdo",
El Presidente de la Federación Asturiana de Ciclismo, José Antonio Díaz Soto, reconoció, que “no conocía la trayectoria de Alfredín y me quedé impresionado”, al comprobar que diera la vuelta a Europa recorriendo 6.600 kilómetros en 30 días, o sus giras desde Oviedo a Madrid y de Gijón a Sevilla, sin dormir.
Emilio Pérez Matos, de la Sociedad Cicloturista Asturiana, destacó la faceta de pionero de Alfredín, que fue uno de los fundadores de la Sociedad, y le entregó la distinción que le acredita como socio de honor de la entidad.
El Alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, le entregó a Alfredín un escudo de Villaviciosa, “como agradecimiento por haber llevado el escudo de Villaviciosa bordado a mano en su maillot por la carreteras de España y de Europa” y en reconocimiento a su trayectoria ·”como deportista y como maliayes irrepetible”
Alfredín cerró el acto, leyendo unas palabras de agradecimiento, abrumado por la gran asistencia de público a la Casa de los Hevia. Estuvo arropado por sus familiares, especialmente por su nieta Kiara Aquino, que no le soltó de la mano. Alfredín , terminó emocionado, “os pido que no me olvidéis”., dijo.
En un video inferior os dejamos declaraciones de Alfredín y 60 fotos del acto.
A continuación las palabras del autor del libro, ‘Alfredín, un ciclista sin fronteras", Ramón González Zapico, quien hizo un resumen del libro presentado y andanzas en bicicleta del homenajeado
Ramón González Zapico:
"Hechos los agradecimientos a los presentes en la mesa, y la del protagonista del libro, Alfredo Álvarez Álvarez, aquí presente con nosotros… así como la de todos los que habéis querido estar hoy aquí para asistir a la presentación de este libro que recorre la trayectoria deportiva de un aficionado a la bici, de un ciclista villaviciosino, que ha producido una convulsión en la forma de concebir el cicloturismo asturiano en los años 70. Su impronta marcó un antes y un después, alumbrando unos retos que hasta entonces resultaban inimaginables para los aficionados a la bici. Y los ha ido superando todos, hasta hacernos dudar de que algún reto resultase imposible para él.
Este libro es el resultado de un trabajo en equipo, que ha realizado una contrarreloj, habiendo conseguido entregarle como regalo de Reyes el primer ejemplar del mismo. Lo que viene a demostrar que los Reyes Magos, a veces, sí existen.
Y es que en este proyecto colectivo han participado algunos aventajados alumnos de su escuela ciclista: es un libro hecho por ciclistas para un ciclista, para la persona que ha sido el mayor impulsor del cicloturismo en Villaviciosa, como expresa en el Epílogo nuestro amigo Miguel Valle Soto. Pero también, como decíamos, la persona que ha producido un vuelco en el concepto de "cicloturismo" asturiano, al incorporar las "maratones" y las pruebas de gran fondo, dentro del calendario de los clubs asturianos de lo que fue pionera la SCTA (Sociedad Cicloturista Asturiana).
Con Pepe Blas y Bernardo Busto, aficionados asimismo a la modalidad cicloturista de gran fondo, los denominados "randonneurs" en Francia, patria del ciclismo, hemos formado el trío cabecero que ha recopilado información, buscado fotografías, establecido contactos, realizado entrevistas para acometer esta tarea. Así que me tocó asumir el papel de “jefe de filas” del equipo que ha trabajado para organizar la información y trabajado para pergeñar un documento que representase dignamente la excepcional trayectoria deportiva de Alfredín.
Este libro representa un homenaje de ciclistas a un ciclista que ha sido maestro, amigo, y ejemplo a seguir, individualista en sus planteamientos quizás, pero que nunca ha dejado de estar a nuestro lado si hacía realmente falta (véase testimonio de José Luis Pérez, maratón Oviedo-Santiago, año 1986, como muestra).
Pero también hay que decir que nos enseñó algo mucho más importante: nos enseñó a defendernos por nosotros mismos, la forma de aguantar en ausencia de fuerzas, a superar los malos momentos sin rendirnos, a apretar los dientes como decía él, y sobre todo a tener fe en que siempre, siempre, se puede conseguir el objetivo.
He de mencionar que el Club Ciclista Villaviciosa, había hecho una excelente labor recopilatoria (fotos, reportajes, diplomas de participación en pruebas, trofeos y recuerdos varios) obtenidos en entrevistas con Alfredín, para un previsto homenaje que se tuvo que aplazar hasta el 2016 por causas de una importante crisis de salud.
Este libro, además de un merecido reconocimiento a su protagonista, pretende también rendir homenaje a todos los practicantes del deporte de la bici en busca de nuevos retos de superación, y también, por qué no, al ciclismo de competición . Es éste un deporte que exige método y duro entrenamiento, riesgo y esfuerzo, habilidad y arrojo, y como todos podemos ver, especialmente en etapas contrarreloj o en las grandes etapas de montaña, los ciclistas se acercan -incluso parece que superan- el límite de sus fuerzas. ¿Será ésta la mística del ciclismo?
Por ello, y por la indudable influencia que los ídolos deportivos ejercen sobre todos nosotros -y lo ha hecho también sobre Alfredín-, se hace un recorrido por la historia ciclista local, recordando a nuestros primeros ciclistas ganadores: Samuel Meana, Pepe Obaya, Tirador… Era Toni Tirador el ídolo local en la adolescencia de Alfredín. Toni ganaba siempre, me decía recientemente, porque le veía pasar muchas veces el primero en los sprints de cada vuelta a su paso por meta en la carrera del Portal; carrera que ganó en el año 1952.
Pronto sintió Alfredín el deseo de explorar nuevos territorios con su bici, en compañía de sus amigos de afición, con viajes a León y Santander, de los que destaca el realizado a León en el año 1961 en compañía de cinco amigos de la Villa -Los seis grandes, decía él-, que cubrieron en 2 etapas un recorrido de 360 kms., algunos con bicis de “mujer”, sin cambios y frenos de varilla, la ida por El Pontón y el regreso por el Pajares, Santo Emiliano, Gargantada y La Campa. Este viaje ha sido descrito minuciosamente en un librito escrito por Alfredín y enviado a sus amigos como recuerdo del mismo, que se reproduce al final del libro: "Nuestro pequeño Tour. 1961".
Después vinieron nuevos retos, proyectos fracasados por impedimentos legales o familiares (2 viajes a Lourdes proyectados con Fernando Miyar), y al fin en el año 1973 su primer viaje individual a Lourdes, al que seguirían otro al Tour al año siguiente, París, Londres, Italia/Roma, Gran viaje europeo (1979) y un largo etcétera de maratones y pruebas de enorme dureza en Alpes y Pirineos.
Y finalmente la París-Brest-París, en la que participó en 5 ediciones, desde 1983 a 1999 -se celebra cada cuatro años-, que acabaría convirtiéndose en su prueba fetiche, “la más grande, la prueba cicloturista más importante del mundo, lo máximo”.
Y llegado a este punto, cabe una reflexión: hacer 1.200 Kilómetros de la París-Brest-París, de continuo -como hacen muchos participantes, incuído Alfredín-, es decir, sin dormir, o con unas pocas horas de descanso, con las únicas paradas para pasar los controles y para comer y reponer comida de bolsillo y bebida, nos lleva a hacernos algunas preguntas: ¿es esto posible? ¿tiene algún sentido? ¿es esto bueno para la salud que se supone aporta el deporte? Y otras preguntas o afirmaciones que se podrían formular.
Decía un personaje de una novela de Herman Hesse (Nobel de Literatura): “Yo no me cuento entre las personas que siempre saben por qué hacen las cosas que hacen”. Creo que el hombre se mueve muchas veces por fuerzas interiores que le llevan a intentar conseguir retos desconocidos, explorar nuevos mundos, alcanzar cumbres casi inaccesibles, y de no sentir el ser humano esta necesidad -quizá de trascendencia, sea huir de lo cotidiano- no conoceríamos hoy a grandes figuras de nuestra historia y a aventajados deportistas.
Dice Bernardo Busto en el libro, refiriéndose a la París-Brest: “Cuando uno se encuentra en la línea de salida es porque sabe que físicamente podrá realizarla con solvencia; creo que pruebas así nos ayudan a crecer como personas y a encarar los problemas de la vida con una mejor determinación”.
En cuanto a mi relación con Alfredín, diré que comencé a salir regularmente con él a la edad de 14 años (él me doblaba la edad) y he vivido muchos momentos duros en los miles de kilómetros que recorrimos juntos, algunos realmente difíciles. Entre ellos recuerdo un día -1º de mayo- que rodando hacia el puerto del Pontón con todo nevado alrededor, agotado, regresábamos a la Villa después de haber pasado la Collada de Arnicio desde Infiesto, Campo de Caso y subido el puerto de Tarna -éste nevando durante los 4 últimos kilómetros-, y que le dije a Alfredín que siguiese solo, que yo iba más despacio, poco a poco, conocía el camino. Y el siguió…, y yo llegué.
Jamás hemos discutido, jamás he tenido la mínima sensación de reproche, ni en ésa ni en ninguna otra ocasión, y competimos, y unas veces ganaba uno y otras otro (en Pajares, en Los Lagos, en El Fitu, en Sotres…), pero siempre acababa siendo una alegría compartida. Creo que alguna foto del libro muestra esto, por ejemplo en el alto de El Escudo, después de su subida contrarreloj, con mi hermano Juan Carlos y nosotros dos.
En fin, intentamos contar en este libro una apasionante historia deportiva de un villaviciosino que ha llevado con orgullo los colores de Asturias (propios de su sociedad, la Asturiana), unidos a la banda rojigualda y el escudo de Villaviciosa bordado y cosido todo al jersey en la parte derecha del mismo, por una gran parte de los países y las principales capitales de Europa: Madrid, Barcelona, París, Londres, Roma, Venecia, Milán, Varsovia, Praga, Viena.
Y este ciclista sin fronteras, que superó grandes cumbres, terribles “muros” de pendientes adoquinadas en la París-Roubaix, sólo ha encontrado una barrera, un muro que no ha podido superar, el del telón de acero, defendido por las metralletas que custodiaban la entrada a la entonces comunista Berlín. Motivo por el que esta capital no figura entre las transitadas con su bici, aun estando en su hoja de ruta en el Gran Viaje por Europa del año 1979: su visado había caducado.
Finalizo agradeciendo a todos los colaboradores en la publicación de este libro"
Ver en el enlace 60 fotos del acto
https://goo.gl/photos/fye3tLMBHd83dX389
Ver en el enlace video, con entrevista a Alfredo Álvarez Álvarez, conocido como "Alfredín el de Lombarda”
https://www.youtube.com/watch?v=Q0y7araPpdM