Villaviciosa Fabones de mayo, también en junio, tradición en la huerta y mesa maliayesa
Les fabes o fabones de mayo, son una de las legumbres más comunes de el pasado mes en las güertas asturianas. Un cultivo que en mayo está en plena temporada, y aunque su consumo ha decaído en los últimos años, en Villaviciosa siguen contando con gran tradición por su peculiar sabor.
En Llavares (Amandi) la cosecha de esta nutritiva legumbre está asombrando esta primavera por el tamaño de unas vainas que sobrepasan ampliamente los 40 centímetros. Algo que nunca le había ocurrido a Queti Crespo en los 70 años que lleva cultivando sus huertas de La Calabaza. “Nunca me habían nacido unes fabones tan enormes. Medraron muchísimo, les más tempranes midieron mas 40 centímetros y algunes alcanzaron los 50. Son de una variedad que me trajo una vecina de Cangas de Onís. Casi se podría decir que son gigantes”, explica sorprendida la cosechera, que todavía este primer miércoles de junio vendía su generosa cosecha en el mercado de la plaza de abastos de Villaviciosa para sorpresa de clientes y visitantes
Cosechera y buena cocinera, Queti afirma ser una enamorada de su sabor, “en nuestra casa las preparamos guisadas, salteadas con jamón, en menestra, o en crudo para ensalada. Recuerdo que antiguamente mi madre cocinaba hasta la caxina (vaina) tierna y se comían cocidas. Mi güela hacia fabes blanques, patates y fabones que daban un caldo negro muy sabroso. En los pueblos antes se aprovechaba todo”, explica la vendedora sobre la saludable legumbre de la que se dice que tiene pocas calorías, pero muchos nutrientes, “tiene mucha fibra, y dicen que tienen mucho hierro, más incluso que los arbeyos”, asegura Queti.
Luis Sánchez comprando fabones en el puesto de Quety
Luis Sánchez era uno de los compradores de tres docenas de fabones en el puesto de Quety Crespo y explicaba, “Mi profesión me deja mucho tiempo libre, y en casa suelo cocinar muchos días. Me gusta comprar en la plaza de abastos los días de mercado porque los productos son sanos, naturales y además baratos. Compré estes fabones porque también las compraba y cocinaba mi madre”. Este bombero de profesión hasta se atrevía a dar su receta preferida de cómo las iba a preparar el mismo día por estar recién recogidas de la huerta y con aspecto de estar muy tiernas, “Yo las preparo en una receta de mi madre que llamaba ‘a la asturiana’, con un sofrito de cebolla, ajo, tomate, jamón y chorizo desmenuzado, un poco de pimentón para darles color, y un chorro de vino blanco, quedan buenísimas” , asegura sobre un plato para hacer rápido en casa
Así Queti Crespo la vendedora más veterana de los puestos del la plaza de abastos agotaba todavía ayer les fabones puestas a la venta a dos euros el kilo y aseveraba, “A la gente le gustan, y aunque en esta época no se vende mucho les fabones fue lo primero que terminé. Ahora están tiernines, son muy versátiles para cocinar, y están muy riques”, indica la cosechera sobre una de las legumbres con más tradición en la huerta y mesa asturiana.
Fabones de mayo enormes