Redacción VH

Con las  primeras semanas primaverales las  áreas inundables del Cierrón en  la ría de Villaviciosa se llenan de aves en busca de refugio,  descanso  migratorio,  anidar y reproducirse,  o  en   búsqueda del variado   alimento que ofrecen sus charcas  que se inundan de  agua que entra  de las mareas.

Espátulas

 Cigueñuelas enamoradas

Entre  las especies más llamativas que se pueden  ver estos días destacan  las parejas de Ánade real que crían  habitualmente en  estas charcas de la ría o  en el río Linares. En los últimos días llaman   especialmente  la atención   las   patas  Azulonas  protegiendo a sus crías que se ven por docenas en este entorno protegido.  También se pueden observar los llamativos   Patos cuchara,  que tienen un pico muy característico como una cuchara. Otra de las especies un poco más rara,  aunque lleva en el Cierrón desde  el otoño, es  la Garceta grande  del tamaño de un garza real,   que en condiciones normales debería emigrar en breve hacia el sur de la península, ya que no anidan aquí. Una primavera   más, ya    se  pueden ver además las primeras parejas de   cigüeñuela común, siendo  de los pocos lugares de Asturias donde acuden  para anidar y  reproducirse.

Garceta común

Anade real

Con el  auge del turismo ornitológico  en los últimos años, este enclave de gran riqueza   natural,   y  cercano  al caso urbano de la Villa,  recibe estos días  a numerosos aficionados a la naturaleza y  ornitología. Un espacio de gran belleza natural con diferentes tramos de observación de aves, para disfrutar de   uno de  los humedales asturianos de  mayor  riqueza faunística,  que  ahora   está en pleno esplendor

  Pata y diez patitos en el Cierrón