Las primeras de Asturias en San Justo, Villaviciosa
Vicente Alonso
El clima de Asturias se está ‘mediterreanealizando', como consecuencia del cambio climático, con lo que en los últimos años los inviernos están siendo más templados, los veranos más calurosos, y las primaveras y otoños variables en precipitaciones y temperaturas. Esta puede ser una de las causas por la que en nuestra región la maduración de algunos frutales se esté adelantando varias semanas. Un claro ejemplo de ello está ocurriendo en San Justo, Villaviciosa, donde los vecinos están asombrados al ver como hay castaños que están dando frutos ya en pleno verano, cuando la época de maduración de las castañas es en los meses otoñales de octubre y noviembre.
“Estoy asombrado, un caso así no lo había visto nunca. Toda mi vida tuvimos castañales en esta finca que ya tenía mi güelu, pero que una castañal tenga ‘oricios y castañes madures en pleno agosto no nos había pasado nunca”, explica sorprendido Juan Meana Castillo. sobre la precoz cosecha
Las castañas y oricios de Meana en San Justo
Meana apunta que el productivo castaño injertado fue plantado hace dos años. “Este es el primer año que da frutos los primeros ya en agosto, y curiosamente les castañes son enormes. No se si puede ser consecuencia de la sequía, del mucho calor de las últimas semana, que la finca está muy resguardada, o que el microclima que estamos teniendo adelanta cosechas. Llevo más de 40 años tras un mostrador vendiendo todo tipo de material de agricultura y frutales, y nunca había oído hablar de un caso así. No encuentro explicación”, asegura sorprendido el maliayés quien afirma que las castañas recogidas, además de grandes, están muy sanas y sabrosas
Una huerta muy productiva en La Carrera, San Justo, donde además se pueden ver maduros también otros frutos de otoño como los figos Miguelinos, o las primeras manzanas de las variedades, Reineta Panera, Royal Gala o Granny Smith. Amante de los frutales asturianos, Meana recuerda que no hace tantos años en todos los pueblos asturianos se hacían ‘cuerrias’ para conservar las castañas durante el invierno. “Es una tradición que ya se ha perdido, y otra muy importante era la de ‘llimir’ castaños, nogales o avellanos, que se hacía con pértigas para ‘bastir’ los frutos del árbol, al romper algunas cañas salían otras nuevas, era como una poda que regeneraba las ramas del árbol. Es algo que mucha gente no sabe, y peor que ya no se haga” reivindica Meana
La inusual cosecha otoñal de San Justo tiene también asombrados a sus vecinos, y alguno ya esperan que Meana le invite al primer amagüestu veraniego