Emocionante encuentro 56 años después de tres estudiantes venezolanos en Villaviciosa
Villaviciosa. Vicente Alonso
Después de más de medio siglo de haberse visto por última vez se reencuentran en Villaviciosa un asturiano, un mallorquín y un ecuatoriano. “Éramos emigrantes los tres. El destino nos juntó como compañeros de estudio entre 1958 y 1963 en el Liceo Andrés Bello de Caracas, Venezuela, a José Daniel González, ‘Dani’ (Gijón, 1945), Francisco Javier Cerdá (Palma de Mallorca, 1946) y Jorge Enrique Flores (Guayaquil, 1946)”, explica ‘Dani’ tras regresar a Asturias, y la frustración de la pérdida de sus grandes amigos con quienes tan gratos momentos y aventuras compartió en sus años de liceísta. “Hace unos años me planteé el reto de localizar a mis antiguos amigos, logrando contactar con algunos de ellos, gracias a la llegada de internet, o las redes sociales”, apunta José Daniel González, ahora vecino de Gijón
Acto de graduación, 1963 en el Liceo Andrés Bello de Caracas, Venezuela, Con un círculo rojo: a la izquierda Dani. A la derecha última fila, Francisco y delante de él Jorge.
Francisco Cerdá, que en la actualidad reside en Lugás, Villaciciosa, se quedó en Venezuela graduándose de Ingeniero Agrónomo en la U.C.V. (Universidad Central de Venezuela), en donde también cursó postgrado y ejerció como profesor e investigador en la Facultad de Agronomía y el Museo del Instituto de Zoología Agrícola de esta facultad hasta 2004. Ya jubilado comienza a visitar con frecuencia España donde vivían sus hijos. Cerdá recuerda de la época de estudiantes, “Como suele ocurrir durante la adolescencia, la vida en común en el instituto era un catalizador de la vida social. En esa época comienza a perfilarse el carácter del futuro adulto, nuestras expectativas y ambiciones. Parte importante de este proceso es el establecimiento de nuevas amistades con afinidades comunes que podían durar el resto de la vida, como fue nuestro caso”, explica Cerdá
Estos tres inseparables estudiantes recuerdan especialmente el día de graduación, “significaba una gran alegría, de logros cumplidos, de experiencias únicas vividas y compartidas durante cinco años. Pero también era el comienzo de nuevos retos llenos de expectativas y grandes sueños, así como de dudas e incertidumbre por el nuevo camino que se está a punto de emprender. En nuestro caso fue el momento de la separación, de tomar distintos derroteros que no sabíamos a dónde nos iban a llevar”, recuerdan ahora con nostalgia en Villaviciosa, Dani, Francisco y Jorge.
Después de forjar entre los tres una amistad entrañable, plena de aventuras y anécdotas, 1963 marcó el momento, Dani regresó a Asturias, y aunque tenía entre sus planes regresar a Venezuela para comenzar a estudiar ingeniería, el destino quiso que nunca lo hiciera y se convirtiera en un exitoso empresario en Gijón, primero en la industria de la confección (Creaciones Danca), y después en la hostelería, (Hotel La Corte de Lugás), en Villaviciosa
Jorge Enrique Flores que hasta ahora no había visitado nunca Asturias, se graduó como médico cirujano en 1969, también en la U.C.V., emprendiendo inmediatamente viaje a Boston para continuar estudios y ejercer la docencia en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts. Posteriormente entra a formar parte del equipo de investigaciones del Instituto Nacional de Higiene de Estados Unidos durante 32 años, y desde 2010 ejerce como director del Programa Global de Desarrollo de Vacunas de la organización Path, con exitosos resultados en el desarrollo de vacunas para diversos tipos de rotavirus y demás patógenos. También formó parte de un amplio equipo de investigadores que recientemente logró crear una eficaz vacuna contra el paludismo (malaria). “Toda mi vida la he dedicado a la investigación. Fue lo que siempre me gustó, me siento muy afortunado por ello”, explica ahora en Villaviciosa
En 2011 Francisco J. Cerda y su mujer se reencuentran finalmente con ‘Dani’ en Villaviciosa. “La belleza del paisaje asturiano, sus pueblos y ciudades, prados, bosques y el poder de la costa cantábrica formaron el marco perfecto para largas tertulias llenas de recuerdos de un pasado que, aunque lejano, de repente se nos presentó como si fuera apenas ayer”, explica Cerdá que después de varias idas y venidas, hace cuatro años se establece definitivamente en Villaviciosa con su familia.
En los últimos años el contacto entre los tres comenzó a ser más frecuente. Finalmente Jorge Enrique Flores viaja a Villaviciosa, y tiene lugar el encuentro personal de los tres amigos en La Villa. “La alegría del encuentro no se puede describir. Fueron momentos de abrazos, preguntas atropelladas para conocer en pocos minutos nuestras vivencias de más de medio siglo, que tuvo lugar frente a la emblemática manzana de la entrada a Villaviciosa”, explican emocionados al estar juntos de nuevo
Jorge Enrique Flores, Francisco Javier Cerdá, y José Daniel González, "Dani"
El reencuentro de varios días tuvo el marco perfecto en Villaviciosa, “hemos revivido grandes momentos de los viejos tiempos en conversaciones con lentos paseos por las tranquilas calles maliayas llenas de historia. La belleza del paisaje, la majestuosidad de la ría en pleamar y la playa Rodiles en ruta al puerto de el Puntal y Tazones fueron testigos de nuestras alegrías y emociones por vernos de nuevo”, aseguran tras el feliz reencuentro medio siglo después.
Para rematar estas espléndidos jornadas no faltaron celebraciones gastronómicos y brindis de buena sidra maliayesa. También visitas a Gijón, Oviedo, Ribadesella, Covadonga y Picos de Europa, "pero si ustedes viven en el paraíso", apunta fascinado Jorge al descubrir la belleza de Villaviciosa y Asturias
Han pasado 56 años desde su graduación del Liceo Andrés Bello, pero los tres viejos amigos y compañeros de estudio pudieron comprobar que a pesar del tiempo y las distancias las grandes amistades, cuando son auténticas, duran para siempre. Decía un filósofo “¿Qué es un amigo? Una sola alma habitando en dos cuerpos". Los tres lo suscribieron en Villaviciosa