El maliayés Fernando Cifuentes 60 años abrazando el acordeón. Recuerdos y fotos
Al maliayés Fernando Cifuentes Sánchez de 78 años, nada parece hacerle más feliz que tocar su inseparable acordeón. Una afición por este instrumento musical que lleva abrazando más de 60 años, y que aprendió a tocar siendo casi un niño con las clases del Maestro Juan José García Renedo, director de la Banda de Música de Villaviciosa
“Siempre me sentí atraído por el acordeón y sus armoniosas melodías, su sonido es dulce, alegre, y hasta triste, puede transmitir todo tipo de sentimientos. A mi es el instrumento musical que más me gusta y el más completo, porque lleva melodía y acompañamiento”, dice Cifuentes, que recuerda la ilusión que le hizo tener su primera acordeón a los 17 años, “la compré en 1959 con el primer sueldo que gané trabajando en el ‘Molinero’, la pedí a Italia era de la marca Scandalli, roja, preciosa, y como sonaba”, explica este apasionado de la música, hijo de uno de los mejores tamboriteros que tuvo Villaviciosa, Sabino Cifuentes
Nora Sanchez y Fernando Cifuentes estrenando acordeon. Año 1959
“Fernando el acordeonista”, como siempre fue conocido, a los 19 años ya era integrante de la orquesta “Góndola”, con la que comenzó amenizando las fiestas de Santa Clara de Villaviciosa, y verbenas por todo concejo. Después formó parte de Los Arcos, Bonanza, y Gran Canaria, con las que recorrió toda Asturias; y la orquesta ‘Cadixa’, con la que estuvo 24 años seguidos animando las bodas del restaurante Las Palmeras de Infiesto
Fernando Cifuentes, cuarto por la izquierda con la Orquesta Góndola. Año 1962
Una afición para la que siempre tuvo el total apoyo de su esposa Suni Vallín, y reconoce haber ganado dinero con la música trabajando mucho, haciendo ‘dobletes’ o como ‘telenero’. “En la época dorada de las orquestas en los 70 y 80 podíamos tocar en dos sitios diferentes en la misma noche. Entonces trabajaba en Nestlé y había días que terminaba el turno de trabajo, y después iba a tocar a un restaurante de bodas, y continuaba en la romería de algún pueblo, sin dormir volvía al trabajo de ‘la fábrica’. Pero cuando eres joven puedes con todo”, asegura. Y recuerda numerosas anécdotas, “en Ujo tras tocar en Nochevieja había tal nevada que no pude encontrar mi coche tapado por la nieve; me tuve que volver a Villaviciosa en Alsa. Tocando en una boda se pelaron los padres de los novios, y hasta se metieron con nosotros y tuvimos que escapar del escenario como pudimos”, recuerda, sobre todo tipo de aventuras y anécdotas vividas con el acordeón a cuestas, animando durante más de seis décadas verbenas, festejos, celebraciones, salas de fiestas, salones o pistas de baile
Este virtuoso acordeonista también atesora momentos inolvidables “En Santo Domingo en 1983, en las bodas de la hija de ‘Pepín’ Corripio tuve la suerte de tocar el pasodoble, “La Morena de mi copla”, acompañado por el batería de la orquesta de Wilfrido Vargas, famosa a nivel mundial, no se me olvidará en la vida. También estando de vacaciones en Sao Paulo, Brasil, en el famoso restaurante ‘Terraco Italia’, uno de los rascacielos más altos del país, en una fiesta nocturna cómo sabían de mi afición por el acordeón me invitaron a tocar ‘Los Pajaritos’ de María Jesús que habré tocado cientos de veces”
Fernando Cifuentes con la Orquesta Bonanza en el año 1969
Este intérprete que también toca el órgano electrónico, dice que el acordeón vuelve a estar de moda, y se alegra de que muchos jóvenes y mujeres vuelvan a elegir este instrumento tan versátil con el que ha interpretado un amplio repertorio de estilos, vallenatos, cumbias, mariachis, tangos, merengues, rancheras, o música popular asturiana, pero también música clásica. “Me gustan especialmente los pasodobles y vals, pero las piezas que más me emocionan son la fantasía militar ‘El Sitio de Zaragoza’, o clásicos como la ‘Traviata’ de Verdi, o la ‘Marcha Turca’ de Mozart”
Fernando Cifuentes en el año 1970 tocando en Amandi
Actualmente a sus casi 80 años para matar el gusanillo de la música sigue haciendo sonar cada día su preciado instrumento con la mirada de un niño, “para no olvidar la digitación de las melodías y porque el acordeón me hace feliz” dice, y colabora con la Agrupación Musical La Guía de Gijón de músicos ya jubilados, cuyo director es Juanjo Renedo. Como músico generoso que es también toca desinteresadamente en la residencia Nuestra Señora del Portal de Villaviciosa, “voy varias veces al año y siempre en Navidad y Carnaval. Me gusta mucho acompañar a los mayores y aportarles un poco de alegría”. Y dice que seguirá tocando toda la vida su querido acordeón, con el que asegura haber hecho sentirse a miles de personas, los “reyes de la fiesta”