“Barcos en la Ría” en el Café de Vicente
El maliayés Juan Pedrayes expone por primera vez seis obras en aguadas y acuarelas, durante octubre de 2012 en El Rincón de los Artistas de este café maliayés
Hace unos 40 años que las gabarras no hacen el trayecto de Puente Güetes a La Barra empujadas por las mareas. Unos cuantos más desde que los vapores y barcazas de El Gaitero no salen de La Espuncia camino del mundo entero. Nos hemos acostumbrado a ver la ría vacía, Sin barcos que Ia surquen. Sin embargo su estuario fue hasta tiempos muy recientes un camino frecuentado cuyo denso tráfico producía en sus orillas actividades ahora desaparecidas (muelles, astilleros, cargaderos, hornos de cal, molinos de marea).
El uso generalizado de las carreteras durante los años sesenta supuso el abandono de tradicional cabotaje, quedando relegada Ia ria a un estado contemplativo, un goce estético para turistas y ornitólogos, donde solo los mariscadores, si Ia contaminación lo permite, recogen de esa viciosa ería los fecundos frutos de las mareas.
Las modestas evocaciones aquí recogidas nos Ilevan al tiempo de la vela, del vapor y del cabotaje, épocas pasadas donde todavía Asturias no habla dado Ia espalda a Ia mar, y nosotros a una ría viva que durante siglos fue el único camino posible, y cuyas aguas surcaron aquellos viajeros y comerciantes fundamentales en Ia creación del universo Maliayo.
El género pictórico utilizado es la Veduta; perspectivas panorámicas, reales o imaginarias, donde las figuras humanas aparecen de forma secundaria. La técnica empleada es mixta: tinta, lápiz, aguada y acuarela.
1. IsIa del Monesteriu. Este pequeño islote de cinco días de bueyes de superficie acoge los restos de un pequeño monasterio familiar del siglo X asentado, quizás, sobre construcciones anteriores tardoantiguas, circunstancias que nos recuerdan el primitivo monacato atlántico o los crannógs (islas artificiales) de Irlanda y Escocia. La edificación sobre los islotes en las rías y lagos es relativamente frecuente: ejemplo de ello es el tardío monasterio franciscano de Ia isla de Izaro, situada a la entrada de Ia ría de Urdaibai (Vizcaya). La evocación dibujada plantea una hipotética arquitectura; la magia del lugar hace inevitable la referencia al famoso cuadro de Arnold Böcklin.
2. El sistema portuario de la ría comenzaba en el fondeadero de puerto pesquero de Tazones. La torrona de los hevia, demolida en 1883 y de cuyo aspecto sabemos por un conocido dibujo de Ciriaco Balbín, controlaba el acceso por mar: se puede observar en sus muros un matacán y las huellas de un cadalso de madera, los dos defendiendo el embarcadero. A sus pies vemos ‘les paIanques’ y el torno que servía para subir a tierra las embarcaciones. En la imagen observamos Ia arribada de una lanchona hacia 1880; sus tripulantes están desmontando el palo mayor mientras el trinquete todavía lleva la vela al tercio. Por aquel entonces no había ningún muelle en Tazones.
3. Cargando ablanes. En 1658 Ia Junta General del Principado permitió el comercio con barcos extranjeros de los Ilamados ‘frutos de Ia tierra’ Las avellanas, naranjas, limones, nueces y castañas eran muy apreciadas en la repostería holandesa e inglesa. Los holandeses comerciaron con Asturias durante Ia segunda mitad del siglo XVII y parte del XVIII, siendo sustituidos después por los ingleses hasta las última décadas del ochocientos. En Ia imagen podemos ver a dos navíos de las Provincias Unidas hada 1690 atracando bajo el palacio abaluartado de los Peon en El Puntal. Este comercio era subsidiario de los tráficos que el puerto de Bilbao tenla con el norte de Europa; dado que los navíos no tenlan carga de retorno navegaban dos días hasta Gijón y Villaviciosa para llenar sus bodegas, aunque fuera parcialmente, de esta preciada mercancía.
4. Un batel sube por el canal del río Sebrayu aprovechando la marea, sobre el que aparece el palacio de Villaverde o de “Vista Hermosa”. La desamortización de Madoz redujo el cauce de Ia Ría, acelerando a formación de porreos (pólders) comenzada en el siglo XVIII. El cierre de las antiguas junqueras formando el porréu de Sebrayu y la canalización de su río fueron realizadas a partir de 1860 por Rosendo Villaverde, indiano afincado en La Habana quien también construyó el palacio en 1877
5. La industrialización también llegó a la ría y, curiosamente, ésta funcionó durante décadas como puerto carbonero, al estilo de San Esteban de Pravia. Las antracitas de Ia mina de Viñón (Cabranes), explotadas desde 1953 por Ia empresa ‘Gonzalez y Diez S.A.’ fueron embarcadas en Ia dársena del Puntal hasta el cierre de esa mina en el verano de 1969. Mercantes costeros de entre 200 y 220 toneladas conducían el carbón hacia Zumaya (Vizcaya). Desde la mina de Vegapalila hasta El Puntal el carbón era trasportado en unos vistosos camiones Lancia pintados de color verde Alejandría. En los momentos de mayor pedido podían coincidir hasta tres barcos en Ia dársena. En la acuarela vemos al carguero ‘Ana Juana’ disponiéndose a zarpar con la pleamar.
6 Goleta bretona y lancha de pesca en Misiegu ante la casa de baños de Ciriaco BaIbín, un encantador cottage llamado ‘Villa Misiegu’, construido en 1895, versión burguesa de Ia hidalga casa de recreo de Santa Bárbara (Bedriñana) citada por Caveda Solares. Con la llegada del ‘seiscientos’ en los años sesenta se generalizó el ocio de playa a la clase media. Rodiles comenzó su desarrollo como playa metropolitana, que ha alcanzado su cénit en los últimos años con Ia apertura de la autovía del Cantábrico. El puerto deportivo del Puntal acoge ahora, durante el verano, a algunos veleros llegados de Francia donde el ‘turismo de cabotaje’ está muy extendido.
Juan PEDRAYES OBAYA (El Riañu 1959) Doctor Arquitecto, con estudio abierto en Villaviciosa en sociedad con Salvador Barro (www.barroypedrayes.com). Combina su labor profesional con trabajos de investigación urbanística y literarios. El Colegio de Arquitectos publicó su tesis doctoral en 1994: Villaviciosa de Asturias. Análisis Urbano. En 2003 la editorial Trabe editó su relato Suncia Ia bastaranga en a colección Montesín. Actualmente trabaja en una biografía del ilustrado maliayo Pedro Peón Duque de Estrada y en una gramática del territorio asturiano.