CARTA DEL LECTOR - Andrés Huerta Suárez: “De nombre, Fátima”
Fátima, sus piernas competía,
con la velocidad del viento.
Fátima, su ondulante figura superaba
las curvas de las olas.
Fátima, su negro pelo, ondulado en el aire,
dejaba tras de sí la serenidad de los que saben
ser pacientes, de los que heredaron
el saber de Pueblo Antiguo.
Fátima, sus profundos ojos azabache
se abren – como el abrazo del amigo – atrayéndonos
a sus profundidades, tras un largo y escabroso
deambular, obligando a indagar en la
Historia de su PUEBLO.
Fátima, sus piernas perdieron velocidad; su negro pelo
adquirió el color de la espuma de las olas; su ondulante
figura se contrajo como si por ella pasaran miles de años, y
sus ojos… abandonaron el brillo, que proponía futuro.
Fátima, se muere de pena. Su rostro no irradia cólera, ni ira.
Sí impotencia, asombro y esperanza.
Me sigo aferrando a la Fátima, que compite con el viento
por la playas de Gaza; a la Fátima de ondulada figura,
pelo negro como la noche más noche,
y ojos… de azabache milenario
¡Fátima!
Autor: Andrés Huerta Suárez
Gijón, a 12 de Agosto de 2014