El Camino asturiano a Santiago por Villaviciosa al estilo japonés de Takaya Watanabe
El Camino de Santiago está cada vez más de moda. Cada año se pueden ver más peregrinos de todas las nacionalidades y continentes en su paso por Villaviciosa. Quizás los que más llaman la atención sean los peregrinos llegados desde el continente asiático, atraídos por esta Ruta Jacobea por motivos religiosos, culturales, o como una opción más para hacer turismo.
A Villaviciosa llegaba desde Tokio, Japón, Takaya Watanabe de 67 años, profesor de música jubilado y amante de todo lo español, la guitarra, la lengua, y el Camino de Santiago. “Llevo 3 años estudiando castellano en el Instituto Cervantes de Tokio. Y es la quinta vez que hago el Camino. He hecho dos veces el Francés, una el Vía de la Plata, otra el Camino Portugués y ahora el Camino del Norte. Lo he comenzado en Hendaya, y hasta Santiago serán 46 días, soy como un caracol, voy muy despacio”
Este asiático reconoce que España está muy lejos de Japón. Para comenzar el camino a Compostela voló desde Tokio a París, pasando después por Biarritz para llegar a Hendaya e Irún. “Hacer la peregrinación es bueno para nuestro espíritu. Quiero tener mucho tiempo para pensar en mi vida que está llegando al final. No voy a vivir mucho más, y no quiero morir sin haber cumplido algunos objetivos. Es muy importante para mí”, explica Takaya Watanabe
Sobre la forma de hacer el camino a la capital gallega apunta, “a mí me gusta más hacerlo solo, eres más libre”. Pero también reconoce haber compartido ruta con otros peregrinos de Alemania, Francia, Canadá, Estados Unidos, españoles o coreanos…. “Caminamos juntos, comemos juntos, bebemos juntos… El Camino además de conocerte mejor a ti mismo, también te da la posibilidad de conocer a muchas personas de culturas diferentes. Pero a mí me gusta más vivir la ruta peregrina en soledad”
Y confiesa este caminante sobre su ruta por nuestra región, “conocía Asturias por Albeniz, como amante de la música clásica que soy. Asturias me ha impresionado por sus montañas, hay muchos bosques, y he visto el mar que es muy bonito, pero los acantilados son peligrosos”. Pero también lamenta Watanabe, “en el Camino del Norte ya muchos, más que peregrinos son turistas. Y hay pocos restaurantes con menú para peregrinos y son un poco caros. En el Camino de la Plata todo es muy barato y en el Camino Francés hay muchos restaurantes con menú de peregrino. En Sevilla un menú cuesta 6 euros y aquí son 10”
Este japonés confiesa dedicar principalmente su jubilación a las rutas jacobeas, pero también entre sus aficiones están la música española y el fado portugués. “Antes enseñaba a niños, ahora enseño guitarra a niños, adolescentes y adultos. Como soy pensionista tengo mucho tiempo libre, a veces doy conciertos de fado y guitarra española en algunos lugares de Tokio”. Otra gran pasión es la fotografía, “llevo tres cámaras y hechas varios miles de fotos de esta ruta para enseñárselas a mis amigos y animarles a hacer el Camino”. El próximo otoño volverá a iniciar una nueva ruta a la capital gallega, “serán dos semanas en octubre, pero esta vez quiero que me acompañe mi esposa. El Camino, las vivencias, llegar al final, recibir la Compostela, la catedral de Santiago, el botafumeiro… es asombroso”