Redacción Vicente Alonso

Ayer  domingo comenzó en Tazones la época festiva  estival  con la celebración de la fiesta de Les Flores, a la que al final se asomó el  orbayu. A las doce la Banda Gaites  Villaviciosa-El Gaitero  hacia su ya tradicional pasacalles, para continuar  la Misa Solemne oficiada por el párroco José Manuel Fueyo, y  cantada por el Coro ‘Manín’ de Llastres. Muy  participativa fue la   procesión acompañada de la banda, y cinco ramos repletos de  roscas de pan,  muchas  flores, y hasta pescados y mariscos. “En Tazones  se ofrecen a la Virgen flores   blancas son símbolo de salud  y  esperanza”,  señala Luis Batalla. participante en la procesión, en la que como es  tradición muchos vecinos, niños y mayores,  van  ataviados  con los trajes típicos de  marineros y sardineras.

La procesión por el puerto

En el recorrido hasta el puerto se portaban las  imágenes de la Virgen del Rosario y  San Miguel, y  la del ‘Niño Manolin’,  “Una imagen muy venerada por los tazoneros de la que se sienten muy orgullosos,  sobre todo los más pequeños, que la llevan  con  gran  devoción  en el `ramu` porque representa a Jesús de Nazaret de niño”, explica Cristina Carneado una de las organizadoras de la festividad.

Este año  al no comulgar ningún niño en Tazones la imagen   con “Manolin” salía  con niñas. Fueron Sara Alonso de  Gijón, aunque de familia tazonera,  “cuando comulgué no lo saqué, es algo que ahora me apetecía mucho,  estoy muy ilusionada”, decía  acompañada de   sus amigas, Angela Carneado, Elisa Chacón y Julia Alonso. (Imagen superior)

Vecinos y  vecinas; mayores, jóvenes y pequeños vestdos para la celebración 

El fin de fiesta fue al  son de la Banda Gaites “Villaviciosa - El Gaiteru", y el recital en la Iglesia del "Coro Manin", que como siempre  fueron seguidos por el numeroso público asistente  a esta fiesta que se viene celebrando en Tazones  desde tiempo inmemorial

Descubre más en la galería inferior de imágenes gracias a Cristina Carneado

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