Queti Crespo cosecha en Llavares una calabaza gigante de casi un metro de altura y 50 kg. de peso
Vicente Alonso
La huerta asturiana está en pleno esplendor otoñal, y en la de Queti Crespo Madrera, en Llavares de Arriba, Amandi, Villaviciosa, acaba de cosechar la mayor calabaza que ha visto en su vida. ‘’Tengo 80 años, y llevo más de 60 plantando hortalizas en este huerto que precisamente se llama ‘La Calabaza’. Es la primera que tengo una de este tamaño y peso; la planta dio más de una docena todas grandes, pero como esta nunca había visto ninguna”. Una de las razones de la fertilidad de su huerta, asegura la maliayesa, es que su huerta está orientada al mediodía y el abono es ‘cuchu’ de la cuadra propia. “Para recoger la calabaza y traerla a casa, mi hijo tuvo que usar una carretilla de lo que pesaba” señala todavía sorprendida
Queti con sus cosechas de Llavares una de las vendedoras más antiguas de la plaza de abastos villaviciosina. “Desde hace más de 70 años llevo acudiendo todos los miércoles al ‘mercáu’’ de La Villa. Empecé cuando tendría 7 años que iba andando desde Lugás con mi tia Adela, creo que no falté casi ningún miércoles. Me gusta el ambiente la plaza, charlas con los clientes y estar con mis amigas vendedoras que nos conocemos de toda la vida”
Y aunque explica que cada vez le cuesta más cargar con muchas hortalizas para vender, en su puesto no faltan las lombardas, puerros pimientos, frejoles rojos y amarillos, vainillas, cebollas y limones que en Llavares hay uno limonar en cada casa”
Quetí que además de buena cosechera, es mejor cocinera, nos da su receta propia para cocinar sus calabazas. “Yo las preparo en un pote con manzana, un chorrín bueno de limón, y un poco de azúcar, queda muy bueno”. Pero seguro que el enorme ejemplar cosechado lo dejará de muestra en la huerta de su casa convertido ya en asombro de los vecinos de Llavares