Las orugas del boj devoran los jardines del Palacio Villaverde en Tornón, Villaviciosa. FOTOS
Tornón Villaviciosa. Vicente Alonso
La nueva especie invasora asiática, oruga del boj, continúa su expansión por el concejo maliayés. Si en las últimas semanas la plaga arrasaba setos y arbustos de boj en San Martín del Mar, Quintes, Bedriñana, San Pedro de Ambás o Bozanes, ahora llegan devorando los jardines de más de una hectárea del palacio de Villaverde, ‘Vista Hermosa’, en Tornón
Vistas del jardín que se seca
“Estamos desesperados con la voracidad de esta oruga verde. Las hay a miles, y miles y deben reproducirse con mucha facilidad. Hace varias semanas que han empezado a comer de manera persistente los setos de bojes autóctonos de más de 300 metros de laberintos que tenemos en el jardín del palacio que data del año 1.877. Los bojes que se están secando, y se pueden acabar muriendo, también son de los tiempos de la construcción de la casa”, explican asombrados por esta plaga los hermanos, Lola, Rosendo, Juan, Fernando y Carlos Villaverde Montilla, propietarios de este centenario palacio de Tornón en Villaviciosa.
José Luis González observando los setos centenarios del jardín
También José Luis González (en las fotos) encargado del cuidado del centenario jardín se muestra incrédulo, “Estas orugas tienen un efecto devastador. Se comen las hojas del boj, le chupan la savia al arbusto y lo secan”. Ya hace unos meses sufrieron otra plaga de orugas. Entonces con la llegada del invierno desaparecieron. “Ahora con el calor primaveral y el que se avecina en verano, parece imposible. Mi padre José María de 86 años ya se encargaba de los arreglos de este jardín durante muchos años, y nunca habíamos visto una plaga igual”, segura González
Ante la desesperación que tiene la familia propietaria del palacio han contratado una empresa experta en jardines y paisajes que ha fumigado varias veces. “También han podado, pero las orugas han vuelto y parecen muy difícil de erradicar. Queremos salvar los setos tan antiguos del jardín, pero si no conseguimos acabar con las orugas tendremos que terminar por cortarlos”, explican impotentes los hermanos Villaverde
Tanto José Luis el jardinero, como la familia Villaverde apuntan finalmente, “alguien debería saber cómo se erradica está plaga, no es suficiente con fumigar. De lo contrario este arbusto tan típico de nuestro paisaje, está llamado a la desaparición en Asturias”
En las fotos, José Luis González, entre los setos centenarios del jardín, delante del palacio villaviciosino
Oruga y bojes comidos