La apicultura es una tradición milenaria muy  apreciada por los  productos derivados de las abejas, y los  importantes   beneficios  que aportan a    nuestro organismo. Aunque la miel  es   el producto  más conocido  de las colmenas,  este beneficioso insecto produce otros muy  valorados como  la cera, el propóleo, la jalea real o el polen

Jesús García con sus colmenas y abejas en Tornón

Miel,  propóleo, y sobre todo cera,   son lo que más   aprovechan  de  las abejas y  colmenas,   Jesús García González “Chus”  y Yolanda García Gutierrez,   que tienen colmenares en  Tornón,  Villaviciosa, y otros  repartidos por   Molleda,  Corvera;  y  en Abres,  Vegadeo.

 Jesús y Yolanda García con los productos de las abejas en su taller de Villaviciosa

“Los productos de las abejas  son muy  buenos para la salud humana. La miel   de Villaviciosa  es multifloral, de eucalipto, castaño, pradería, y  costa;  y la  de brezo del  occidente,  tiene un color  más oscuro  y un     sabor más intenso; las dos  gustan mucho. Nosotros las preparamos de manera totalmente artesanal”,  explican  estos apicultores  que trabajan desde hace  años  en un taller en el centro de Villaviciosa,  donde producen anualmente  más de 1.500 kilos de miel  totalmente ecológica   que venden a 10 euros el kilo

Pero si  hay producto de las abejas que  en los últimos años les gusta  especialmente trabajar a estos colmeneros    es la cera de los panales. ”La cera es el material que las abejas emplean para la construcción de los panales de sus colmenas.  Con moldes   hacemos velas decorativas  con figuritas de  temas   asturianos, y    ahora ya empezamos  con  adornos  navideños. Son  buenos para   aromatizar la casa de manera natural porque  tienen un perfume único”,  aseguran  ‘Chus’  y Yolanda entusiasmados con  sus novedosas  velas de cera.  Además,      elaboran láminas  de cera que  “antes se tiraba  y ahora  escasea y es muy valorada

  Para Jesús y Yolanda  el mundo de las abejas es su mayor  pasión, y aseguran estar siempre  investigando y aprendiendo. “Empecé en este mundo hace más de 40 años  aprendiendo   con mis   tíos abuelos la tradición,  y sobre todo con el maestro mielero de Villaviciosa, Enrique el “Peruyu”, dice Jesús.   Y ambos  aseguran  que en  Villaviciosa en los últimos años  está aumentando muchísimo  la afición por la apicultura sobre todo entre los jóvenes 

Turistas, peregrinos y maliayeses sus mejores clientes

 Martha Jimenez de Puerto Rico y Antonio Gallego de León

 Lucia Peña, Javier Pizarro apicultor Ciudad Real, Yolanda y Jesús Garcia

Miel, velas de cera y también propóleo “un antibiótico natural” dicen,   son los productor que estos artesanos apicultores venden desde hace  unos  meses  en los mercados de la plaza de Villaviciosa.  “Las velas que hacemos tienen mucho éxito por la novedad,  y la miel lo vendemos muy bien  por  ser  natural y gusta mucho su sabor,  textura  y aroma. Nos sorprende que nos compren   los peregrinos  a Santiago que nos visitan muchos,  españoles y de otros países. Debe ser  porque les da mucha energía y lo consideran un buen  alimento para el camino”, afirman

Además de peregrinos y  vecinos maliayos, otros grandes   clientes de Jesús  y  Yolanda  García     son los  turistas.  “Este verano y ahora    casi  toda  la miel y las velas  se vendíó a turistas  que visitan mucho la plaza de abastos. De hecho en algún mercado agotamos toda la miel comprada por turistas”.  Dos   de estos viajeros  que compraban miel en el último mercado   eran Lucia Peña  y Javier Pizarro apicultor de Ciudad Real. Pizarro apicultor  en  Sierra Morena tras probar la miel apuntaba, “es muy  rica con un marcado sabor monofloral”,  señalaban ambos mientras compraban  varios kilos  de miel y algunas velas

Miel, velas y piezas de cera

 Velas y piezas de cera

Pero   “Chus” y Yolanda  hablan  con  preocupación del futuro de las abejas,  “está complicado por las velutinas y la barroa,  un ácaro que también da mucha guerra.  Se están haciendo cosas para combatir la velutina,   pero hay seguir poniéndoles trampas y nosotros lo hacemos también con  arpas eléctricas. Hay que seguir combatiéndolas a muerte como sea”.  Y como expertos en abejas aseguran, “sin abejas no habría polinización, no habría cultivos, ni alimentos para los seres vivos. Estaríamos abocados al desastre”,  añaden  finalmente con  preocupación por el futuro de las valiosas abejas

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