Ovidio el sacristán, nació en Villaviciosa, y desde los 7 años es sacristán en la parroquia de Villaviciosa, dirige el Coro parroquial en el que también canta, y cada año nos monta el Belén.
-¿Desde cuando recuerdas que se empezara a poner el Belén?
-Empezó por el 56 y antes de la guerra ya se ponía, hubo un parón durante ésta, como en todo, Pepe Obaya había hecho el motor de la luz con un cigüeñal, que aún uso hoy, yo empecé en el 68 con Pepe el sacristán, pero en el 70 falleció y no se puso, al año siguiente tampoco, que yo estaba en la mili, después de eso y hasta hoy he venido colocándolo yo cada año.
-¿De que esta compuesto?
- Pues son figuras, en su mayoría de la escuela de Olot, muy antiguas y de gran valor, unas 150 figuras sobre un escenario de 30 metros cuadrados aproximadamente, lleva los dioramas más trascendentales, “La Posada”, “El Portal”, “La Anunciación”. También hay un molino de viento, una cascada, y una aparición muy especial del ángel de la Anunciación, cuando anochece. El día y la noche se suceden con sonidos apropiados.
-¿A quién pertenece, Ovidio?
-Las figuras más relevantes y de mayor tamaño, las que están en primera línea, a la parroquia, las del fondo, más pequeñas, son de mi antiguo nacimiento.
-¿Qué sonidos podemos escuchar?
-A media noche llora el Niño Jesús y cuando amanece canta el gallo y los pájaros, durante el atardecer se escucha valar a las ovejas.
-Y todos estos edificios y castillos, la tierra, el verde ¿comprados?
-No, los he ido haciendo yo, este año he hecho el molino de viento y estas casas, el portal lo hice durante una larga enfermedad que padecí hace unos años, y tanto la tierra como el verde son hechos por mi, renovados cada año, es serrín teñido, con una mezcla de tintes hasta lograr el tono idóneo.
-¿Tiene movimiento alguna de las figuras?
-No, los belenistas que lo han visto me las desaconsejan por las características de las figuras que lo representan.
-¿Lo has presentado a concurso alguna vez, algún premio?
-No, está recogido en el libro “Belenes de Asturias”, pero no lo hemos presentado nunca a concursos. Tengo un sobrino que fue sacristán en Covadonga y lo pone allí desde hace muchos años y su Belén ha ganado el premio todos los años. Los más conocidos en Asturias siempre fueron el de Lastres, luego el nuestro, el de la residencia de ancianos de Pola de Siero y el del Sanatorio Marítimo de Gijón.
-Alguna anécdota curiosa….
-Cuando estaba aprendiendo a montar todo el entramado de luces, muy joven yo, con el entonces sacristán, Pepe, me dice él –enchufa las bombillas a la corriente. Eran las bombillas que hacían de estrellas de 1 watio cada una, unas 80 estrellas en total y yo enchufe a la corriente, con el consiguiente fundido de 80 bombillas, -¿Qué paso? Dice Pepe, -enchufé. –pero ¿donde enchufaste? –al enchufe. -¿sin trasformador?..............
-¿Viene mucha gente a visitarlo?
-Tradicionalmente a lo largo de los años siempre ha venido mucha gente y cuando Nicolás ponía el suyo nos visitaban a los dos muchos colegios, o visitas organizadas, este año he notado menos afluencia, quizá por que Nicolás, lamentablemente, ha dejado de ponerlo, el suyo era impresionante, le dedicaba 3 meses para tenerlo, era una joya, ¡una lástima!
¿Cuándo se inaugura y que horarios de visita tiene?
-Creo que el 16 de diciembre haremos la inauguración, en cuanto al horario es de 11 a 13 durante la mañana y de 5 a 7 durante las tardes, excepto los domingos que por la tarde es de 4 a 7, debido a las misas de la mañana.
-A lo largo de tantos años ¿habrás trabajado con muchos curas?
-Empecé con D. Pedro, luego vino D. Manuel Peláez, D. Alfredo y D. Adolfo
-Y tu faceta en el coro parroquial, ¿desde cuándo viene?
-En el coro comencé con 18 años, en 1971, con Luís David, Carmen Cueto, Juan Bedriñana y D. Manuel Arce al órgano, y hemos llegado a ser hasta 18 personas, ahora estamos Tino Martínez, Ovidio Llera, Antón Vallina, Bernardo Busto, Manolo Vecino, German Orillés, Palenzuela, Manolo Rivas, José Luís Vecino y yo, y al órgano Marisión o Luisa Cambiella. Este año volveremos a cantar la Misa Pastorela del Padre Hernández, que recuperamos en los últimos años y Cubera nos otorgó un premio, es cantada en Latín y con castañuela y triángulos.