Condenado cirujano gijonés por no ver a tiempo la infección que mató a paciente de Villaviciosa
El doctor R. Á. O. y el Hospital de Begoña deben pagar por negligencia médica una indemnización al viudo y a los dos huérfanos de la fallecida
La sección octava de la Audiencia Provincial de Oviedo, con sede en Gijón, ha condenado al conocido cirujano gijonés R. Á. O., ya jubilado, y al Hospital de Begoña por negligencia médica, por no detectar a tiempo una infección contraída por una paciente que había sido operada de un tumor. La mujer se infectó con"streptococcus pyogenes", más conocida como la"bacteria comecarne", que produce necrosis y la muerte del paciente en un altísimo porcentaje, entre un 50 y un 75 por ciento de los casos.
La sentencia establece que tanto el cirujano, inicialmente absuelto por el Juzgado de primera instancia número 4 de Gijón, como el personal del Hospital de Begoña tendrían que haber detectado con mayor antelación la infección, y no cuatro días después de habérsele practicado la intervención a que fue sometida, un vaciamiento ganglionar axilar, dos semanas después de una tumorectomía de mama izquierda.
La tardanza en descubrir que estaba infectada con la "bacteriacomecarne" hizo que se redujesen aún más las posibilidades de supervivencia de la paciente, que el 20 de febrero de 2009 fue trasladada del Hospital de Begoña al de Cabueñes y más tarde al Central para ser sometida a una serie de intervenciones desesperadas que no pudieron salvarle la vida.
La sentencia condena al cirujano y al Hospital a pagar solidariamente la cantidad fijada en la sentencia al marido y a los dos hijos de la mujer fallecida, cuyos intereses defiende el abogado Luis Zaragoza, radicado en Oviedo. Aunque la sentencia de la Audiencia da la razón a los familiares de la mujer fallecida en el sentido de establecer también la responsabilidad del doctor, por otro lado reduce de forma sensible las indemnizaciones impuestas por el Juzgado de primera instancia número 4 de Gijón. El Hospital de Begoña había presentado un recurso para que se redujeran las cantidades impuestas.
En la anterior sentencia, el juez había considerado que el cirujano no podía haber detectado la infección, puesto que se le habrían hurtado datos del estado de la paciente claves para detectar la terrible infección, como las anotaciones de la tensión arterial. La sentencia de la Audiencia señala que "la actuación por parte de Don R. Á. O. debe apreciarse en el control y el seguimiento de la lesionada durante el postoperatorio", en concreto al no tomar medida alguna cuando retiró el drenaje de la zona operada, cuatro días después de la intervención, a pesar de que el estado de la paciente había empeorado durante la noche, que presentaba un cuadro de fiebre persistente y un endurecimiento de los tejidos en el costado. "Todo ello conllevaba que se hubiesen pautado otras medidas tendentes a llevar a cabo un diagnóstico de la posible infección", reza el fallo judicial sobre este caso.
Los datos
Operaciones. Ana María Acebal Pérez, de 48 años, fue sometida a una tumorectomía de mama izquierda en el Hospital de Begoña el 3 de febrero de 2009. Posteriormente, el día 16, se le practicó un vaciamiento ganglionar del mismo lado.
Fallecimiento. La mujer sufrió un empeoramiento de su salud que fue especialmente notorio en la madrugada del 20 de febrero. Esa mañana es trasladada Cabueñes y a las pocas horas al Hospital Central al sufrir un shock séptico. Operada los días 21 y 25 de febrero de 2009, falleció el día 28.
EN LA IMAGEN DE PORTADA EL VIUDO E HIJOS DE LA FALLECIDA VECINOS DE VILLAVICIOSA