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Estos días azules y este sol de la infancia...
(Recital poético de Antonio Machado)
RAPSODAS:
Andrés Huerta
Cariri Prieto
Charo Reyes
Seve García
Encarna Navia
Ana Peña
Javier Copano
Cristina Rudalph
Zoila García
Flor Paniagua
(Narrador)
- Yo voy soñando caminos
- Recuerdo infantil
(Narrador)
- Orillas del Duero
- Las moscas
- El viajero II
- Anoche cuando dormías
(Narrador)
- CAMPOS DE CASTILLA
- A un olmo seco
- Retrato
- En Abril, las aguas mil
- Provervios y cantares
- NUEVAS CANCIONES (1924)
- El tiempo que la barba me platea
- Esta luz de Sevilla
- La saeta
- Provervios y cantares
(Narrador)
- CANCIONES A GUIOMAR (1929)
- I y II
- POESIAS EN TIEMPO DE GUERRA (1937)
- La Primavera
- El poeta recuerda las tierras de Soria
- El loco
(Narrador)
- El crimen fue en Granada
- Cante hondo
(Narrador)
Murió Machado el 22 de febrero de 1939. Tenía 65 años y la tristeza honda del “cante hondo” propio de Andalucía. Algunos críticos y articulistas le han definido como un trashumante con la tristeza a cuestas. Viajero incansable con sabor a huida. Hombre de ética sencilla, precisa y breve, como casi todo lo bueno. Poeta comprometido con sus ideas políticas y sociales. Republicano por principio: nunca pudo callar sus opiniones ante una sociedad que se instalaba en el acomodo del dejarse llevar, de la sinrazón, de la soberbia…
Su figura, desaliñada y negra, de hombre antiguo y conocedor de heridas, sigue paseándose aún hoy por estas tierras que configuran el país que habitamos. Es imposible asomarse a Castilla sin que el pensamiento nos recuerde cómo la vio y la vivió él. Al pasear a orillas de Duero camino de la ermita de San Saturio, casi podemos sentir como acompasamos nuestro paso al suyo, como nos detenemos, junto con él, a contemplar en las cortezas de los álamos los nombres de los enamorados de ayer… Y, cómo no, Sevilla. Con ella da comienzo su retrato – “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla”- y con ella parece despedirse de la vida- “Estos días azules y este sol de la infancia”… Y casi podemos sentir esa luz y ese calorcillo en el rostro si cerramos los ojos y dejamos que su emoción se haga carne en nosotros.
Machado ha sido y será siempre uno de los grandes poetas de nuestra literatura. En 1959 los poetas de la generación del 50 tomaron como uno de sus referentes y en el 20º aniversario de su desaparición viajaron a Colliure (Francia) con la intención de rescatarle para la memoria. Que aquel acto simbólico, y éste pequeño recital que hoy nos ocupa, sirvan para mantenerle vivo. Porque a fin de cuentas sus poemas y sus escritos, siguen al alcance de nuestras manos y de nuestro entendimiento, y cuando los desempolvamos, y nos paramos un momento para leerlos, no estamos haciendo otra cosa más que recuperarle para la vida.
Charo Reyes
24 Abril 2009