EL VIERNES SANTO DE LA VILLA SE CONVIERTE EN EL DIA ANUAL CON MAS ASISTENCIA DE PÚBLICO
Numerosas personas siguieron la celebración del Viernes Santo, con la pasión y muerte de Cristo a través del sermón del Desenclavo, celebrado en el Templo Parroquial debido a la climatología.
Los actos comenzaron a las 18,00 horas con el Vía Crucis Solemne y a las
19,30 h. se celebró en Sermón del Desenclavo, con la Pronunciación del Sermón por parte de Adolfo Alvarez Sánchez (Párroco de Santa María de Villaviciosa)
LOS ACTOS DEL SABADO SANTO
- 22 de Marzo:
- 8,00 h. Rosario Solemne de la Sociedad en el Templo Parroquial
- 8,30 h. Procesión de la Soledad. En la plaza del Crucero, la Coral “Capilla de la Torre” interpretará el “Stabat Mater Dolorosa”.
Noche culminante: VIGILIA PASCUAL
- 21,00 h. Sábado noche. Solemne Vigilia Pascual en el Templo Parroquial
- 23,30 h. Sábado noche. Solemne Vigilia Pascual en el Monasterio de las Clarisas
DOMINGO DE RESURRECCIÓN, 23 de Marzo
- 12,00 h. Procesión del Encuentro del Resucitado con María. La imagen de Jesús Resucitado saldrá de la Iglesia Parroquial y la Stma. Virgen del Colegio de las Carmelitas de Vedruna, teniendo lugar el encuentro en la plaza de Carlos I. Al finalizar la Procesión en la Iglesia Parroquial, Misa Solemne de Pascua.
- 18,00 h. Vísperas Solemnes en el Monasterio de las Clarisas
- 19,30 h. Concierto de música sacra a cargo de la Coral “Capilla de la Torre” en la Iglesia de la Oliva.
LA SEMANA SANTA DE VILLAVICIOSA
Os invito, como pregonero, en esta Semana Santa a mirar con otros ojos nuestras celebraciones, nuestras procesiones, nuestras expresiones sacras. Jesús, el Cristo, a través de ellos, sigue presente entre nosotros, pero también en el hermano o hermana oprimido, marginado, amenazado, secuestrado, negado, maltratado explotado, violado, torturado o asesinado. El rostro del Jesús de la Semana Santa no sólo paseará por nuestras calles y plazas. Es el rostro de la entera humanidad reflejada en El.
Jesús Nazareno, a tus pies nos preguntamos: “¿Quién se atreverá a restaurar la dignidad de los hermanos sufrientes?”.
Virgen de los Dolores y del Encuentro, nos regalas otra pregunta: “¿Qué habéis hecho no sólo de mi Hijo, sino de sus hermanos y mis hijos hombres”?.
Pasos del Viernes Santo, nos devolvéis la mirada y nos preguntáis: “Contemplando al Cristo yacente, ¿sois capaces de contemplar con el mismo detenimiento y admiración a quien a tu lado, excluido o marginado, desterrado o maltratado, te necesita?”.
Señora de la Soledad, en el Sábado de la espera, vuelves tu mirada y nos espoleas: “¡No estéis tristes por mí ni por mi Hijo…Nuestra soledad es soledad sonora y sostenida por el amor! Pero tal vez en ti, o en tus hermanos cercanos, la soledad sólo sea eso: ¡soledad desesperanzada!”.
Semana Santa de pasión y contrastes, clavada en el corazón del pueblo. Pero el dolor y la muerte reclaman luz y resurrección. Porque la muerte no puede tener la última palabra, ni hacernos olvidar la vida. Por eso, el pregonero, por momentos, se queda sin palabras. De nuevo, sólo el verso y la prosa poética del agónico Miguel de Unamuno supo escribir: “Tú que callas para oírnos, oh Cristo crucificado, oye de nuestros pechos los sollozos; acoge nuestras quejas, los gemidos de este valle de lágrimas. Clamamos a Ti, Cristo Jesús, desde la sima de nuestro abismo y miseria humanos; y Tú, que eres de la humanidad la blanca cumbre, danos las aguas de tus nieves. A Ti, que eres la Viña, pedimos el vino que consuela. A Ti, luna de Dios, la dulce lumbre que en la noche nos diga que el sol vive, nos ilumina y nos espera”.
Sólo así podremos entonar el pregón pascual. Y, con el Espíritu del resucitado, que hace nuevas todas las cosas, podremos decir: “¡Creemos en la vida, en la justicia, en la alegría, en la esperanza, en la humanidad y en la creación nuevas”.
Y, una vez más, unidos a los jóvenes de Taizé cantaremos un himno con sabor a no gastado, a novedad:
“El Cristo resucitado viene a animar una fiesta en lo más íntimo del corazón humano.
Nos prepara una primavera para la Iglesia y la humanidad.
Una humanidad más fraterna y con imaginación y valentía suficientes para abrir caminos de reconciliación, paz y justicia.
Una humanidad en la que el hombre ya no sea víctima del hombre”.
+ Raúl Berzosa Martínez
Obispo titular de Arcavica y Auxiliar de Oviedo