Una capilla de la Virgen del Rosario peregrina “casa por casa†en Grases Villaviciosa
“Es una tradición que nos gusta mantener, siempre la vimos en casa de nuestros padres y abuelos”. Así nos explican, Argentina Pérez García y Amelia Berros Alonso (en la foto) vecinas de la Venta en Grases, Villaviciosa, esta antigua costumbre cristiana de llevar casa por casa de vecinos, una capilla con la Virgen, como testimonio de devoción y para sentirse protegidos
La capilla de Grases como eran la mayoría, es una caja de madera de unos 60 cm. de altura, con la imagen de la Virgen del Rosario dentro, que lleva dos puertas batientes laterales para protegerla en los traslados de una casa a otra, y con una ranura en su inferior en forma de hucha, donde los vecinos depositaban las monedas, que se ofrecían a la virgen y que se entregaban a los pobres, según cuenta la tradición.
En la imagen de portada de este reportaje, veis el momento en que Amelia Berros, entregaba a su vecina Argentina Pérez la capilla, según la tradición tenía que ser al atardecer. Y nos cuentan que son 43 los vecinos de esta parroquia de Grases, los que reciben en sus casas la Virgen del Rosario, pasando por barrios como Maoxu, Grases de arriba, del medio y de abajo, la Mota, los Cuadros, el Improviso, o la Venta, entre otros.
La tradición cuenta de las capillas “domiciliarias” la costumbre es que estuviera un día en cada casa, y en el caso de Grases algo más de un mes más tarde de entregarla a la casa vecinal, vuelve a regresar a la misma. Esta tradición acristiana cuenta que las familias que la recibían tenían costumbre de rezarle y así se sentían protegidas.
Esta tradición no demasiado conocida en los tiempos actuales, continúa así viva en Grases, Villaviciosa, donde existe entre cofrades y vecinos, una gran veneración por la Virgen del Rosario
EN LA IMAGEN POR LA IZQUIERDA: Argentina Pérez y Amelia Berros