Un ciervo volante en Villaviciosa. “Colaboración Francisco Cerdaâ€
Francisco Cerdá Ingeniero Agrónomo - Entomólogo. Profesor jubilado, Facultad de AgronomÃa y Museo del Instituto de ZoologÃa AgrÃcola (MIZA) de la Universidad Central de Venezuela, Maracay. Vecino de Villaviciosa desde 2015.
Hace unos días encontré en la calle la Oliva de Villaviciosa este hermoso ejemplar macho de Lucanus cervus (Coleoptera: Lucanidae), conocido comúnmente como ciervo volante. Como entomólogo fue muy emocionante tener en mis manos este insecto vivo ya que, siendo una especie propia de la región holártica (Europa y Asia Oriental), hasta el momento solo había visto algunos ejemplares disecados en nuestra colección de insectos del Museo del Instituto de Zoología Agrícola. Después de fotografiarlo y entretenerme un rato observándolo y jugando con él lo liberé en el parque la Barquerina.
Lucanus cervus es la especie de escarabajo mas grande de Europa. Los adultos son muy variables en tamaño; este macho medía unos 6 cm de largo, pero pueden medir hasta 8 cm. Las hembras son mas pequeñas y sus mandíbulas son sencillas y mucho mas reducidas que en los machos. En España es común encontrarlos en zonas boscosas, especialmente en la mitad norte del país y particularmente en la cornisa cantábrica. Su nombre común de ciervo volante obedece al extraordinario desarrollo de las mandíbulas de los machos a modo de cornamenta. En Asturias y otras comunidades también se le conoce con el nombre de vacaloria.
Fotografía de F. Cerdá con el ciervo volante en su mano
A pesar del feroz aspecto de los machos es un insecto inofensivo incapaz de producir daño alguno. Sus enormes mandíbulas solo las usan durante la época de apareamiento en combates con otros machos para hacerle perder el equilibrio a su contrincante, de manera que el mas fuerte y hábil pueda aparearse con la hembra (¡cosas de la evolución!). Luego del apareamiento la hembra pone los huevos en troncos y ramas de madera en descomposición. El ciclo de vida de esta especie transcurre mayormente en forma de larva en los túneles que cava dentro de estos troncos, alimentándose de la madera podrida, en donde puede durar hasta cinco años para convertirse en adulto. Los adultos aparecen entre junio y comienzos de septiembre y suelen durar entre dos y cuatro semanas, alimentándose ocasionalmente de savia y zumos de frutas maduras.
Su hábitat natural son los bosques primarios donde abundan los robles, encinas y castaños, aunque a veces se han visto en parques, jardines y prados. Al igual que otras especies de insectos que se alimentan de madera en descomposición tienen gran importancia en los ciclos biogeoquímicos del ecosistema, ayudando al reciclado de la madera muerta. Las larvas, que pueden llegar a alcanzar los 10 cm de largo, son muy voraces y pueden consumir grandes cantidades de madera muerta diariamente. Lamentablemente sus poblaciones han sido seriamente mermadas, debido principalmente a la deforestación de su hábitat natural y su sustitución por prados y cultivos de árboles exóticos como el eucaliptus. La eliminación de árboles muertos o deteriorados, eliminación de setos, procesos urbanísticos y la captura de adultos con fines comerciales son otros factores que han contribuido a la reducción de sus poblaciones. A pesar de que estos insectos son relativamente comunes y muy conocidos, aún hay personas a quienes les produce miedo y los matan en la infundada creencia de que pueden hacer algún tipo de daño.
En España se considera una especie de "interés especial" y desde hace varios años está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Los alrededores de la ría de Villaviciosa están incluidos en la Red Natura 2000 para efectos de su seguimiento del estado de conservación. Entre otras medidas para su protección se recomienda, además de las medidas legales, favorecer la permanencia de árboles viejos con oquedades y ramas muertas, tocones y troncos caídos en los bosques que constituyen su hábitat natural; dejar restos de madera en las plantaciones forestales luego de la cosecha, repoblación de áreas deforestadas, controlar la saca de madera, el mantenimiento de setos vivos y campañas de concienciación del público acerca de la importancia de esta simpática y útil criatura.
Referencias:
Méndez, M. 2012. Lucanus cervus. En: VV.AA., Bases ecológicas preliminares para la conservación de las especies de interés comunitario en España: Invertebrados. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Madrid. 198 pp.
Grupos de trabajo SEA. 2000. Proyecto Ciervo Volante. Aracnet, 6 - Bol. S.E.A., 27:108-109.
Fotos: Francisco Cerda