Peregrinos, los mejores embajadores de Villaviciosa
El francés, Gerard Robin, y la canadiense, Chantelle Chenier, más 150 días caminando y 3.400 Km. hasta llegar a Villaviciosa
Vicente Alonso
Con la llegada de diciembre la afluencia de peregrinos que llegan a Villaviciosa realizando el Camino Jacobeo del Norte llega casi al final de temporada. Unas visitas que comenzaron a notarse e a principios del pasado marzo, y que traen a su paso por el concejo maliayo a miles de caminantes que se convierten en los mejores embajadores de Villaviciosa en los cinco continentes
Cada peregrino tiene una historia escondía en su mochila. Como la de Chantelle Chenier, 71 años de Quebec, Canadá, y el francés Gerard Robin de 66 años, pareja de jubilados que viven en Saint Nazaire, en la Bretaña francesa, y llegaban a La Villa
“Empezamos el camino en Budapest, Hungría, el 15 de mayo, porque queríamos hacer una ruta y un Camino de Santiago muy largo. Al mismo tiempo queríamos visitar países que no conocíamos, ver regiones nuevas. Cruzamos Austria, Suiza y después Francia. En España, como ya conocíamos el Camino Francés, nos dijimos, vamos a hacer el Camino del Norte. Llevamos más 150 días caminando y 175 fuera de casa. Cuando terminemos habremos hecho 3.400 Km.”, explican estos peregrinos tras llegar a Villaviciosa
Sobre las experiencias de la ruta dicen, “Para nosotros es un Camino de encuentros. Nuestro objetivo es conocer a gente, tanto otros peregrinos como personas que nos acogen al borde del camino”, explica Gerard Robin. Mientras que Chantelle Chenier apunta, “La primera vez que hice el Camino a Santiago fue en el año 2.000. Estuve tres meses caminando sola. Después conocí a Gerard haciendo uno de los Caminos. Lo que ha cambiado mi vida peregrinando y aprendí es que los valores humanos no han desaparecido, que las personas son buenas y generosas por naturaleza. Disfruto el camino sobre todo desde el interior”
Sobre su paso por Asturias explican, “Es un camino muy bonito, las vistas del mar, la montaña… El camino en Asturias está muy bien hecho, muy bien señalado. Nos ha gustado todo pese a la mucha, muchísima lluvia de esta época”
De Villaviciosa, aunque estuvieron poco tiempo; sin embargo fue el suficiente para destacar el carácter abierto y amable de los maliayos, “Nos gustaron mucho el tipo de casas, y las esculturas; nos llamó mucho la atención el ‘sombrero’ con manzanas”. También destacan la gastronomía, "Se come demasiado y bien, hay que hablar del pescado, es excelente, no demasiado hecho. Hemos sentido que es una villa acogedora. Nos hemos sentido como en casa. Nos gustaría volver en coche para hacer turismo, y rehacer parte del camino por Asturias y especialmente conocer más a fondo Villaviciosa, pero en primavera, cuando no haya lluvia”, prometen
Seguro que en la retina de estos peregrinos, permanecerán de forma imborrable atractivos y rincones emblemáticos del Camino de Santiago maliayo. Las miles de fotos y selfies de recuerdos que se llevan traspasarán fronteras, convirtiéndose así a partir de ahora en los mejores embajadores
En la foto: el francés, Gerard Robin, y la canadiense, Chantelle Chenier, llegando tras una mañana lluviosa al hotel de Villaviciosa.