Aquellos maravillosos años en el Instituto Técnico Mixto de Villaviciosa, hoy  IES Víctor García de la Concha,  se revivieron ayer en el  restaurante  Casa Cortina de  Amandi    en  un emocionante reencuentro de casi 40 estudiantes   que inauguraron el centro en  el curso 68-69. Una esperada  cita anual  en torno a un  almuerzo  de confraternización   que después de más de medio siglo supone mantener vivos  los  vínculos que les unes,   recuerdos,  nostalgias, y  lazos de amistad que desde entonces  nunca se han roto

Los hermanos Julia y Carlos Díaz Arce

El bachillerato elemental  en este centro  de Villaviciosa inaugurado en 1968 supuso para muchos de los alumnos de los  pueblos del concejo y otros limítrofes,    la oportunidad de poder seguir estudiando enseñanzas medias. “En aquella época  lo normal  era que la inmensa mayoría de nosotros  una vez terminados los estudios básicos en las escuelas rurales nos incorporásemos   a trabajos agrícolas y ganaderos en las pequeñas caserías de nuestros padres, y en el caso de las mujeres  aprender a coser y bordar. El ir al Instituto suponía  prepararnos para un futuro que nos abriera  buenas salidas laborales”,  aseguran los hermanos de Rozáes,  Julia y Carlos Díaz Arce,   sobre la importancia de la  apertura  del centro educativo maliayés

Belén Lozano y Miguel Miranda (matrimonio), Andrés Pérez Cuétara y los hermanos Julia y Carlos Díaz Arce

Las amistades que   hicieron  los alumnos en el  centro educativo  perduran  más de 50 años después aunque cada uno haya seguido su propio camino.  “Yo puedo decir que mantengo amistad  con estudiantes de Seloriu, Amandi,  Poreñu, Arroes, Valdediós, la Villa,  Colunga, Lue, Cabranes o   Lastres… La vida nos llevó a diferentes   avatares  a cada uno, dedicación a   familias, trabajos,    las  distancias  donde se   vive. Con el milagro que hoy permiten las redes sociales    sigo manteniendo contactos con compañeros que   hoy están en  México, Argentina, República Dominicana,  o por diversos lugares de España”,  explica sobre las duraderas amistades Andrés Pérez Cuétara de San Martín del Mar en Villaviciosa

La de Belén y Miguel  “una historia de amor  para toda la vida”.

Entre los asistentes había muchos matrimonios que fueron alumnos en el instituto y  también hay  historias curiosas, entre otras,  como la del ahora matrimonio formado por Miguel Miranda Palacio de Sariego y  Belén Lozano Fernández  de Les Covianes, (Valdedios)  Villaviciosa que se conocieron y  se hicieron novios en el primer año de estudiantes en el  instituto.  “Tenemos muchos y muy buenos  recuerdos de aquella época. Al estar en distintas clases, una vez a la semana teníamos una hora de estudio que se hacía conjunta, cómo Miguel  quería sentarse conmigo distribuía a sus compañeros en distintas mesas dejando solo un sitio libre al lado de él para así poder sentarnos juntos. Teníamos 16 y 17 años y  nos  hicimos novios  en un viaje de estudios. Desde entonces juntos hasta el día de hoy que  han pasado  56  años y ya llevamos 44 casados”, recuerdan con ilusión    y nostalgia Miguel y Belén recordando como surgió  su  “historia de amor para toda la vida”

Las historias  van fluyendo en el reencuentro, cada uno aporta la suya con   sus recuerdos y anécdotas de aquella época.   Unos se  abrazan, otros  se saludan efusivamente, suceden reencuentros inesperados,  se cuentan  divertidas anécdotas,  y  se  emocionan al recordar a aquellos compañeros que ya no están presentes.

Al final del almuerzo, se despiden con nostalgia y  se prometen tener  un nuevo    reencuentro, para seguir recordando aquellos años de juventud y amistad inquebrantable,  porque saben que los buenos  amigos que se hacen de estudiante son para toda la vida