
Las Clarisas de La Villa abren las puertas más dulces del convento para venta de especialidades
En las imágenes del obrador del convento: la Madre Abadesa María Luisa Picado Amandi, Sor Maribel Narváez, Sor Ángeles Rojas y Sor Andrea Hernández, preparando con esmero las especialidades y organizándolas en cajas listas para la venta.
La comunidad de monjas Clarisas de Villaviciosa vuelve a abrir este verano las “puertas más dulces del convento”, ofreciendo al público una cuidada selección de especialidades artesanas elaboradas con esmero en el obrador del monasterio.
Con una tradición repostera centenaria, las religiosas presentan una amplia variedad de dulces elaborados a mano con ingredientes naturales. Entre sus especialidades destacan los Suspiros de Asturias, Fátimas de coco, Lunas de Santa Clara, Estrellas de Asís, Galletas franciscanas, Rusticanas de nata, Trufas, Inesitas con azúcar y versiones adaptadas para personas diabéticas. “Todos nuestros productos están hechos a mano, con ingredientes naturales, y se presentan en cajas de 250 gramos etiquetadas conforme a la normativa sanitaria”, explican las religiosas.
Este verano, además, han incorporado nuevas propuestas como cajas de pastas de avena y galletas “prestosinas” con chocolate o pasas, así como tartas de Santiago por encargo. Todas ellas mantienen el sello de calidad y sabor que caracteriza su repostería monástica. “Estamos muy animadas a continuar con la venta de nuestros dulces. En Navidad tuvimos mucho éxito gracias a la Ruta de los Belenes. Se vendieron muchos productos que gustaron mucho, y otros se agotaron. Ahora, los vecinos nos han pedido que repitamos en verano”, comenta la Madre Abadesa María Luisa Picado Amandi, acompañada en el obrador por Sor Maribel Narváez, Sor Ángeles Rojas y Sor Andrea Hernández, quienes trabajan cada día con dedicación y cariño.
La venta directa de estas elaboraciones representa la principal fuente de ingresos para la comunidad de religiosas de la Orden de Santa Clara en Villaviciosa. “Es una ayuda económica fundamental para nosotras. No solo nos permite sostener el convento, sino también colaborar con personas que lo necesitan”, destaca con gratitud la Madre Abadesa, mientras las hermanas preparan con ilusión cada caja de dulces.
Las Clarisas invitan este verano a vecinos y visitantes a acercarse al monasterio y descubrir la dulzura de sus elaboraciones, hechas “con esmero, devoción y tradición centenaria”.
Horario de atención al público:
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Lunes a viernes Mañanas: 8:00 – 14:00 h Tardes: 16:30 – 18:45 h
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Sábados y domingos Mañanas: 9:30 – 14:00 h Tardes: 17:00 – 18:00 h y 18:30 – 20:00 h
En las imágenes del obrador del convento: la Madre Abadesa María Luisa Picado Amandi, Sor Maribel Narváez, Sor Ángeles Rojas y Sor Andrea Hernández, preparando con esmero las especialidades y organizándolas en cajas listas para la venta.