La última hazaña de Juan Fernández Llames, la ascensión a la base del Picu Urriellu
Vicente Alonso
Al atleta invidente maliayés, Juan Fernández Llames, “Juanín” nada se le pone por delante. Asi esta semana volvía a superar otro gran reto, y demostraba una vez más su pundonor al llegar a la base del Picu Urriellu.
Juanín, totalmente ciego desde los 16 años, y con presencia en más de 350 pruebas deportivas desde ese momento, subió hasta el refugio acompañado de cinco de sus guías habituales, Javier, Fino, Peque, José Manuel y Judith.
“Sin miedo a nada” apunta Juan, habiendo participado ya en pruebas como el descenso del Sella adaptado, o la trail media maratón de Nembra entre otras muchas. Desde hace meses pedía, “ahora quiero llegar al refugio para ‘ver’ el Naranjo de Bulnes de cerca”
El reto se presentaba duro, pero la ascensión tuvo un comienzo muy fácil, entre pradera y pradera, para después de un estrecho paso entre rocas que hacen de mirador sobre el vacío y desde donde ya se divisa el Urriellu con claridad, comenzar el escarpado sendero, estrecho y pedregoso. A Juan no le faltaban los ánimos de sus guías que se iban turnando para ir cogidos a Juanín por delante, si el camino se estrechaba, o de lado cuando era más ancho, pero siempre pendientes de él para que no perdiese el pie y se cayera montaña abajo.
FOTO: EN PLENA ASCENSIÓN
Los kilómetros fueron cayendo poco a poco entre parada y parada, que Juan aprovechaba para escuchar los sonidos de la propia montaña, o hablar con otros caminantes que asombrados por la valentía que suponía subir por allí a ciegas, le alentaban y felicitaban
“En las últimas rampas en zigzag, muy empinadas y con grandes escalones de piedra, Juanin sentía que ya estaba cerca y no dejaba de preguntarnos si ya podría continuar solo, sin ir agarrado a nadie. Con nuestra voz y ayuda ascendía lentamente sin dudar ni un momento, levantando los pies como él sabe que debe hacer, y con el valor propio de un atleta que no se doblega ante las dificultades. Tiene un mérito y amor propio que nos admira a todos” explican orgullosos de Juan, sus compañeros de ascensión, Peque, José Manuel, Javier, Fino y Judith
FOTO: JUAN FERNANDEZ LLAMES con sus guías en la base del Picu Urriellu
Juan llegó al refugio entre aplausos de todos los que allí estaban, y le habían visto emprender el camino tres horas antes. En ese momento supo como era el Urriellu, o Naranjo de Bulnes, como olía y que sonido tenía. Y supo también que todo es posible con voluntad y el cariño de los que, en un momento u otro, están como siempre colaborando a su lado.
“Ha sido un día genial, duro pero muy emocionante, he conseguido hacer realidad un sueño más. Muchas gracias compañeros, sois la caña” apuntaba feliz Juan, al que ningún reto le detiene en un ejemplo de superación personal.
FOTO Recuerdo de Juan con el Urriellu al fondo