Cosechona de castañas de los maliayeses Ángel San Pedro y Ana Abad
Vicente Alonso
Las castañas y manzanas son dos de los principales frutos del otoño asturiano. Este no es año de manzanas pero sí de cosecha record de castañas para Ángel San Pedro Rubio y Ana Abad Martínez vecinos de Villaviciosa que ya han recolectado entre el castañéu maliayés de El Valle en Caes, y de Purón en Llanes, de más de una tonelada de este tradicional fruto de Asturias. “Hasta el momento llevamos recogidos casi 1500 kilos entre los dos castañeos. El calor veraniego, seguido de las últimas semanas lluviosas ayudó a lograr la buena cosecha, por cierto de castañas muy grandes y sabrosas. Pero tuvimos años que llegamos a recolectar más de dos toneladas”, explican los cosecheros.
Un preciado fruto seco que constituyó durante siglos un alimento básico, sobre todo en los tiempos de hambruna, para los habitantes de los pueblos asturianos. “Yo casi me críe con castañes, tortas de maíz y leche, eran alimentos muy sanos. Antes en los pueblos la gente aprovechaba mucho les castañes que eran fundamentales en las casas en otoño e invierno. En los montes de mi casa en Llanes había tantas que las que sobraban se dejaban para que los ‘gochos’ de la casería fueran a comerlas a los castañeos”, recuerda Ana Abad sobre la importancia nutritiva de las castañas en las zonas rurales, pero también de su importancia para la economía de familias en tiempos no muy lejanos
Ana Abad y Angel San Pedro con las castañas en Caes Villaviciosa
Ángel San Pedro, que lleva recogiendo castañas más de 50 años en Caes, Villaviciosa también recuerda, “de ñeñu que después de salir de la escuela ya iba a pañar castañes con mis padres y tíos. Me acuerdo como les cargábamos en el carru de les vaques para hacer la cuerria en el monte. Era una manera de almacenarlas y que se conservaran para que nos sirvieran de alimento prácticamente todo el invierno. Les castañes mataron muches fames”
La despoblación de los pueblos, o el abandono de los montes contribuyó a que se perdiera la costumbre de aprovechar este alimento tan natural, sano y con tantas propiedades nutritivas, dicen estos enamorados de todos los frutos del monte asturiano, manzanas, avellanas y nueces que también cosechan. ”En los últimos años parece que la gente ya no quiere ir a pañar castañes, se pierden toneladas de kilos en los castañeos, es una pena. Nosotros hemos ganado bastante dinero con las castañas, pero ahora como no hay la necesidad de antaño se comen más por disfrute”, afirma Ana Abad quien dice que este fruto además de saludable y sabroso, aporta hidratos de carbono, minerales, tiene muchas vitaminas, es rico en fibra y da mucha energía.
Estos expertos en castañas las venden principalmente en los mercados de Villaviciosa y Cangas de Onís, aunque se quejan del bajo precio de este año. “Debido a la situación actual hay menos gente en los mercáos y tuvimos que bajar el precio del kilo a cuatro euros, cuando el año pasado las vendíamos ya a cinco. Pero se venden bien porque llaman la atención por el gran tamaño. Las castañas asturianas son muy buenas y los clientes las aprecian por la diferencia con otras por su rico sabor”, dicen estos cosecheros orgullosos de sus castañas ‘de aquí’, y aseguran que para ellos el ir a recogerlas al monte es un placer, y comerlas otro aún mayor
Les castañes de Ana y Angel
Sobre este fruto tan simbólico del otoño y de Asturias, San Pedro y Abad manifiestan que actualmente la castaña parece estar más valorada que antes. ”Nosotros antes las comíamos asadas, cocidas con agua y sal, en amagüestos, y hasta ‘mayuques’. Ahora tienen otras demandas, se utilizan en recetas de hostelería para elaboración de platos salados, potes, purés o guarniciones, entre otros; también en repostería en tartas, postres y confitadas… Además últimamente la harina de castaña se está utilizando para hacer harinas sin gluten, siendo muy buena opción para celiacos”, y añaden que este fruto bien tratado y preparado puede ser un alimento exquisito
Oricios de una de los frutos asturianos más ricos
“Asturias tiene que sacar más rendimiento de sus riquísimas castañas. Nos parece que este fruto podría estar más valorado y defendido, y eso está en nuestras manos. Forma parte de nuestra cultura tradicional, y es uno de los mejores frutos de nuestro paraíso natural asturiano”, reivindican San Pedro y Abad, sobre este sabor tradicional del pasado, para que tenga mejor futuro