Tomé la postura fetal
y me abandoné sobre una 
de las blancas nubes
ofreciéndome a sus caprichos.
Volé sobre multitud de países,
sobre aquellos que el viento decidía.

Pude ver magníficos edificios
erigidos sobre el sufrimiento y
la sangre de muchas gentes.
Desde la privilegiada perspectiva 
observé la matanza de pueblos enteros,
la desaparición de culturas milenarias
y la imposición de dioses foraneos.

Presencié la intransigencia de los
Imperios; apoyada en una supuesta
civilización superior llenó los cementerios,
a la vez, que los bolsillos de los
traficantes de la muerte.
¡Vi tantas cosas horrendas que decidí
despertar!

Andrés Huerta Suárez

Villaviciosa,  Agosto de 2015