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Un total de 20 técnicos y 81 Guardas del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras llevaron a cabo este fin de semana, establecido como fecha central para Europa, la realización del Censo de Aves Acuáticas Invernantes en el Principado de Asturias.
Así, entre el 15 y el 17 de enero -estando centrado la mayoría del esfuerzo en el sábado 16 en el que son censados más del 95% de los lugares- los guardas realizaron prospecciones en toda la costa asturiana, los embalses, rías y los principales ríos de Asturias, distribuidos en 26 sectores de censo, según informó el Principado a través de una nota de prensa. En la ría de Villaviciosa participaron en el programa miembros del Grupo Ornitológico Mavea.
Los Censos de Aves Acuáticas Invernantes son una de las actividades de seguimiento de la biodiversidad con más tradición y raigambre a nivel mundial, pues se realizan de forma generalizada desde la década de los 60 del siglo pasado en un buen número de países. La coordinación internacional la ejecuta Wetlands Internacional, estando en España amparados por el Ministerio de Medio Ambiente y la Sociedad Española de Ornitología y correspondiendo su desarrollo territorial a las Comunidades Autónomas.
La importancia de los censos de aves invernantes radica, sobre todo, en el resultado global, ya que el censo persigue realizar una foto fija de cada una de las especies en toda su área de distribución mundial y, en su caso, nacional o regional aunque, paralelamente, revelan la importancia de los diferentes lugares de invernada que las aves utilizan.
En circunstancias climatológicas excepcionales, como la derivada de la pasada ola de frío polar, se producen desplazamientos masivos de aves que viajan a lugares en los que se pueden refugiar durante unos días para luego retornar a sus lugares de invernada habituales. En estas situaciones, conocidas como fugas de tempero, los censos locales pueden verse incrementados notablemente en número de individuos de algunas especies.
En el caso de Asturias, por regla general, se produce una auténtica invasión de Avefría Europea y Chorlito Dorado, por lo que los datos locales pueden verse notablemente aumentados, sin que ello tenga repercusión para las especies en cuestión, pues, simplemente, esas aves no se contabilizan en sus zonas normales de invernada en Europa y se contabilizan en nuestra tierra.
2009: CASI 50.000 EJEMPLARES DE 68 ESPECIES
En el año 2009 se contaron un total de 47.703 ejemplares pertenecientes a 68 especies. Las condiciones meteorológicas de comienzos de ese año hicieron que la especie más abundante, con un total de 14.192 ejemplares, fuera la Avefría Europea, seguida por la Gaviota Patiamarilla, con 10.134 individuos; el Ánade Azulón, con un total de 4.113 ejemplares; y la Gaviota Reidora, con 4.042 ejemplares observados.
Con una perspectiva histórica el máximo número de ejemplares en Asturias fueron contabilizados en el año 1997, en el que se alcanzaron los 127.516 registros. Desde entonces el número total de aves observadas oscila de forma habitual entre los 40.000 y los 60.000 ejemplares anuales. No obstante, las grandes variaciones se producen sobre todos en gaviotas y algunos limícolas (avefrías, chorlitos) muy sensibles a las circunstancias meteorológicas, mientras que las anátidas y las fochas presentan un patrón mucho más regular.
Destacan en Asturias, por su importancia para acoger aves acuáticas, tanto en número como en variedad de especies, algunos lugares como la ría del Eo -en la que el año pasado se contabilizaron 4.604 individuos de 43 especies diferentes (con notables concentraciones de Silbón Europeo con 742 ejemplares, Ánade Azulón con 734 ejemplares, Ánade Rabudo con 269 ejemplares o Cerceta Común con 263 ejemplares)-, la ría de Villaviciosa -con 10.708 ejemplares de 49 especies (destacan la Avefría Europea con 7.714 ejemplares, la Cerceta Común con 720 ejemplares, el Correlimos Común con 225 ejemplares o el Zarapito Real con 131 ejemplares), los embalses de la zona central.