Los hechos ocurrieron cuando el conductor del autobús entró por el barrio de San Miguel, (junto a la iglesia), a recoger pasajeros de una excusión de mayores de Madrid, desconociendo la imposibilidad de paso de este tipo de vehículos por este lugar.

La falta de una señalización clara parece que fue la causa del equívoco. Algo que también nos apunta un vecino de Tazones,  ”Tendrían que poner una señal que indicara que el aparcamiento para autocares  está a cien metros”

Finalmente todo quedó en un susto, salvo un pequeño daño en la parte delantera del autobús, que tuvo que ser ayudado a salir de la zona con un camión grúa