Cuentan los mitos que el muérdago nace cuando cae un rayo sobre un árbol, uniéndose así simbólicamente el cielo y la tierra.
El muérdago navideño es una planta semiparásita. Su presencia en un árbol no trae realmente problemas; incluso los crecimientos más espesos, de hasta 1 m. de diámetro, causan poca pérdida de vigor a su anfitrión, pues tienen clorofila y producen su propio alimento, sólo que sus raíces han sido modificadas de manera que se extienden en el sistema circulatorio del árbol anfitrión para derivar hacia sí el agua y los minerales.
Originario del norte y centro de Europa, hizo su aparición en Estados Unidos y América a mediados del siglo XIX. Hoy en día, se encuentra principalmente en las regiones tropicales y subtropicales del mundo. Nos lo podemos econtrar abundántemente en pumaraes del concejo de Villaviciosa y de Asturias.
De tallos articulados siempre verdes, pertenece a un grupo de plantas vasculares, cuyas flores pequeñas crecen en manojos y pueden ser masculinas o femeninas.
Las flores hembras dan origen a pequeñas bayas no comestibles, que contienen en su interior la semilla. Son verdes al comienzo y blancas pegajosas al madurar, cosa que ocurre a fines del otoño o comienzos de invierno.
En los paisajes rurales de La Villa se puede ver abundantemente sobre muchos árboles, y sobre todo en los pumares