Blanca Llera nos cuenta la historia y curiosidades del bosque oriental de Sebrayu. Fotos
Blanca Esther Llera. “Recuerdo que mi padre Esteban Llera siempre me contaba que fue mi abuelo Bernardo y un hermano suyo fueron quiénes trajeron de Cuba las primeras raíces con las que se plantó este bosque….”
Sebrayu. Villaviciosa. Vicente Alonso
Si hay un lugar lleno de magia y extraordinaria belleza en Villaviciosa este es el bosque de bambú de Sebrayu, de la parroquia de Miravalles. Con casi 2000 metros cuadrados de extensión y rodeado de un río, sus miles de cañas sobrepasan los 15 metros de altura. Su silencio sobrecogedor, solo se rompe por el sonido de los bambúes mecidos por el viento, creando un fascinante paisaje verde intenso
Armando García y Blanca Llera en el bosque junto al rio
Una de las copropietarias de este singular bosque es Blanca Esther Llera Villar. “Recuerdo que mi padre Esteban Llera siempre me contaba que fue mi abuelo Bernardo y un hermano suyo fueron quiénes trajeron de Cuba las primeras raíces con las que se plantó este bosque. Para mi padre este bosque siempre fue muy significativo, lo consideraba un lugar sagrado”
Bambúes naciendo
Este cañaveral oriental maliayés, está bordeado por el río Sebrayu, y el ‘molín’ del mismo nombre, lo cual hace el lugar aún más mágico. “Viví desde niña junto al bosque. Recuerdo como venían a comprar las cañas desde Galicia, León, Salamanca, y hasta de Canarias. También venían del cercano puerto de Lastres y otros puertos asturianos. Acudían pescadores que utilizaban los bambúes para sus artes de pesca, en especial la del bonito”, rememora Blanca Esther, quien matiza, “las cañaveras de este bosque se distinguen por un gran grosor, pero también por su firmeza y flexibilidad, pero a la vez son muy ligeras. Lo cual debe hacerlas diferentes a las de otros bosques”
Cautivada por este precioso rincón maliayés, Blanca Esther con su marido Armando García tienen su vivienda familiar junto al bosque, el cual visitan y cuidan cada día. “Ahora siguen llegando compradores de bambúes, pero son sobre todo artesanos, y otros que lo utilizan en huertas, como soportes de fabes o tomates”, explica Blanca Esther quien cuenta como aprendió con su hermana María Dolores Llera, de su padre Esteban y un primo de este, José Luis, también copropietario del bosque, como se cortaban y se preparaban las cañas para su venta, “El secreto parecía estar en dejarlas secar en un lugar oscuro y seco, para que fueran más duraderas. Ahora se siguen vendiendo, pero ya los compradores que acuden son artesanos. También vienen a comprar decoradores para viviendas o comercios”
Espectacular altura de los bambúes
Un hermoso bosque oriental de extraordinaria belleza natural, único en Villaviciosa, que hay que cuidar y proteger, porque seguramente es también de los pocos en Asturias