“Amanece que no es poco……”  

Siempre que me vi en dificultades, recordaba una frase que escuche desde muy joven, “El Sol todos los días sale por levante y si tú lo ves adelante”.

Ese es mi buenos días, me siento como muchos, afortunada por quedarme en casa, poco me dura la alegría, no puedo dejar de pensar en quienes salen al campo de batalla si ningún arma para defenderse y sin ni siquiera ver al enemigo, exponiéndose al contagio, calificados como héroes o ángeles. Solo son personas, profesionales, responsables, que conscientes, de que los necesitan para  salvar  vidas, con los riesgos y por tanto la responsabilidad que conlleva, son capaces de enfrentarse a lo desconocido. Una profesión que está demostrando lo que el ser humano puede soportar por hacer el bien al prójimo, con coraje y sobre todo con cariño, sacando una sonrisa, una caricia, incluso una palabra de aliento para quien tanto lo necesita, dentro de la tragedia que están viviendo, y soportando, de tantas familias sin poder ni siquiera despedirse de sus seres queridos.

Esos aplausos que suenan a las ocho nunca serán suficientes, el agradecimiento será eterno, no solo a los sanitarios, hay muchas más profesiones calificadas de esenciales, no los menciono por si se me queda alguna, pero si me permitís, voy a hacer un pequeño reconocimiento a la mar, esa gran desconocida, y que también es esencial, a los pescadores  y a la marina mercante que realiza el transporte por mar y viven este momento lejos de sus familias, sin poder regresar a su casa, gremios todos que  realizando su trabajo, hacen más  llevadera esta situación que tanto dolor y daño está causando al mundo entero.

Esta pandemia nos marcara un antes y un después, muchas personas nos dejaron, sin poder entender que está pasando y porqué. Todos son igual de importantes para quien sufrió la pérdida de un familiar en esta situación inexplicable, pero quiero hacer hincapié en los mayores, los que después de haber superado momentos difíciles y trágicos, después de dar todo por superarse  y conseguirlo, no pudimos hacer por ellos lo más digno para un ser querido: despedirlos, se fueron en silencio, sin el cariño de los suyos, algo que nunca hubieran imaginado, ni por supuesto, deseado.

Por lo tanto yo en ese aplauso de las ocho los tengo a todos siempre presentes y por eso pienso que el esfuerzo para muchas personas es duro, pero si es lo único que se puede hacer para que cuanto antes seamos capaces de superar esta situación y volver a la normalidad hagamos un esfuerzo, por el bien de todos.

 La solidaridad con los que no pueden quedarse en casa, el recuerdo  de muchos, y  frenar el contagio,  es nuestra aportación.

 Que este compromiso, junto con las muestras de apoyo y cariño, les de ánimos a todos los profesionales, que necesariamente están en primera línea.    

  ENTRE TODOS   LO    CONSEGUIREMOS