
Homenaje a cuatro ´Viajeros de Oro´ de Villaviciosa
Luis Lafuente y Amalia Álvarez, llevan más de 50 años seguidos, fieles a su veraneo en Villaviciosa. Residentes en Madrid, aunque el padre de Amalia nació en Amandi, Villaviciosa. Desde los años 70 vienen acompañados por otro matrimonio también madrileño, el hermano de Amalia, Roberto Álvarez y Mari Sol Lafuente, a la vez hermana de Luis, otros enamorados de Villaviciosa.
El Ayuntamiento de Villaviciosa quiso hacerles un pequeño y cariñoso homenaje de reconocimiento. Así la concejal de Servicios Sociales, Ana Carmen Fernández, les entregó, “la Manzana de Bronce” símbolo del ayuntamiento maliayés, y un ramo de flores “Como agradecimiento por su fidelidad de tantos años, esperando que sean muchos más”
Luis y Amalia, Roberto y Mari Sol, aunque en estos años viajaron por otros lugares, ningún año dejaron de venir a Villaviciosa y de visitar Tazones, el Puntal, la Playa de Rodiles..., “Nuestros lugares preferidos y de visita anual obligada, aunque siempre hicimos excursiones, entre otros lugares, a Lastres, Gijón, Ribadesella o Covadonga”.
De los primeros años de visita guardan muy buenos recuerdos de muchos amigos hechos y establecimientos de ocio que visitaban en La Villa: la Espicha con Fermín y Otilia, de la Rosa de Tote y los “cachopos gigantes de Rosa rellenos de todo”, de la confitería Buznego y los suspiros “riquísimos”, de Tino de la confitería de Ramos y buenos momentos disfrutados con Alfonso el de Colón, en el Royalti, el Rice, la Mariñana, primero de Mina e Irene y después de Pedro y Paco, “donde tomábamos unos irlandeses impresionantes”, el Congreso, el Café Avenida, el Manín, también nos traen muy buenos recuerdos. Así como las meriendas de jamón y queso en Casa Monchu, en Miravalles. “hay muchos y muy buenos momentos vividos en tantos años” afirman los dos matrimonios
Amalia venía desde niña con sus con sus padres a Amandi. “Ahora echo de menos a muchas personas que faltan de Amandi. Los dos matrimonios recuerdan, “Echamos de menos a muchos amigos y amigas hechos con los años y que ya no están como, Joaquín García, “el del Banco Herrero”, pero siguen manteniendo una gran amistad con su viuda, Loly Rubio, a la que conocen desde los años 70. Hemos pasado muy buenos momentos juntos y con Loly seguimos siempre que estamos en la Villa, reuniéndonos para el vermut y el café a diario, es ahora mismo uno de nuestros mayores vínculos familiares y de amistad con Villaviciosa"
Ahora a los dos matrimonios lo que más les gusta es pasear por Balbín Busto, La Acerona, La Plaza del Ayuntamiento, el casco viejo, “son las calles y plazas donde estamos más acostumbrados, los de toda la vida”, y aunque les gusta el nuevo parque del Pelambre y la zona nueva “nos identificamos con la zona antigua y nunca falta la visita diaria a las playas del Puntal o Rodiles, un lujo para nosotros”.
Con tantos años fieles a Villaviciosa darían para contar mucho más, pero esto es una pequeña muestra y desde este diario nos sentimos también orgullosos de esta fidelidad a Villaviciosa y nos sumamos al homenaje del Ayuntamiento de Villaviciosa, y les nombramos simbólicamente, “Viajeros de Oro de Villaviciosa”.