Álvaro Fernández y Carmen Soberado son chilenos, pero llevan muchos años viviendo en España y desde hace dos son vecinos de Villaviciosa. Celebraron su boda el día 22 de junio de 2013, en la iglesia de Miravalles, en una ceremonia familiar, pero llena  de detalles cariñosos, sencillos y a la vez muy personales que llenaron de emoción al   medio centenar de invitados

El traje de la novia era el de llanisca, confeccionado por ella misma hace 7 años. “Tenia que hacerme un traje para las fiestas de San Roque  en Llanes y pensé...., pues me lo hago blanco y así si algún día me caso ya tengo traje. En aquel momento ya tenía traje y cura.... solo me faltaba el novio”. Así nos cuenta, Carmen Soberado, como se inició la historia del precioso traje que no tenía nada que envidiar al de cualquier exclusivo diseñador. El precioso ramo de la novia, también fue realizado por ella misma con rosas locales

La decoración y detalles florales de la iglesia, también corrió a cargo de la novia, hecha   con flores silvestres y helechos recogidos de los caminos de Miravalles, en  la tarde anterior al casamiento. Dentro de la iglesia llamaban la atención dos  “ramos” como los que se arman en las fiestas de los pueblos del oriente de Asturias, haciendo con ello un guiño a la familia paterna de la novia que es Panés.

La ceremonia de boda fue oficiada por  el párroco  de Miravalles y Selorio José Antonio Vázquez. El “si quiero”  fue vivido con emoción,  alguna lágrima de los invitados, y aplauso de todos los presentes, que felicitaron a los recién casados a la salida de la iglesia, con el tradicional lanzamiento de arroz y pétalos de rosas

La música de la ceremonia y posterior  aperitivo en el restaurante, corrió a cargo de un grupo de gaiteros, estupendamente dirigidos como siempre por Vicente, “El Pravianu”. El “Asturias patria querida”  fue vivido con mucha emotividad por invitados y familias que llegaron para estar con, Álvaro y Carmen,  desde Villaviciosa, Oviedo, Gijón, Cantabria y Madrid.

El broche final al esperado día, tuvo lugar en el restaurante Eutimio de Lastres, donde amenizó el final de la velada el simpático monologuista asturiano “El Maestro”.

De nuestra parte  para, Carmen Soberado y Álvaro Fernández, muchas felicidades, salud y suerte, en esta nueva etapa de su vida

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