El comercio fue fundado en 1973 por los hermanas José y Guadalupe Busto, “Lupe”, madre de Rosi.

Rosi recuerda cuando se fundó hace 40 años se llamaba “Super Busgar”, siendo una tienda de ultramarinos. “Yo siempre quería tener una tienda de las de toda la vida, estar en contacto con el público, siempre  me gustó”. Recuerda muy buenos tiempos y clientes. “En aquellos años eran muy buenos los mercados de los miércoles, cuando poníamos sillas a los clientes y vecinos que esperaban el autocar en La Ballera que les llevaba a Santa Eugenia, Rales, Miravalles o Sietes, con tertulias y charlas muy curiosas, que buena gente...”. “Ahora cambiaron muchos los tiempos, la gente anda siempre muy apurada, con mucha prisa, no creo que sea bueno, igualmente no conseguimos llegar a tener tiempo libre”. Y recuerda las épocas peores y la mejor, “que fue del 2000 al 2008”.

La tienda siempre ha tenido la misma línea de productos, aunque en los últimos años se ha especializado en productos asturianos, quesos, embutidos, conservas, licores, sidra, fabes... y se siguen vendiendo los productos de siempre, leche, pan, legumbres, frutas... Recuerda como ha cambiado la forma de comprar, “antes se hacía más compra semanal, ahora según están los tiempos se compra los justo”. No olvidará la primera venta el día que abrió en 1973, un litro de leche en 13,50 pesetas y la primera clienta fija que tuvo fiel Rosita Palacios, que compró en la tienda el 2 de junio de 1973 y se sigue manteniendo,  pues también fue la primera persona en entrar a comprar en la tienda, 40 años después, el 2 de junio de 2013.

“De los clientes de antes quedan pocos de los de ahora y de siempre, agradezco su fidelidad y confianza y más que clientes ya son amigos, a veces una hace de confesor, te cuentan su vida, preocupaciones, alegrías, su día a día…pero se agradece esa confianza”.

Rosi para celebrar el 40 aniversario quiso sortear entre sus clientes una supercesta con toda clase de productos valorada en más de 300 euros y cuyo número ganador fue el 127, que fue para una cliente habitual.

La tienda de Rosi, detrás de la plaza de abastos, abre todos los días del año. Y a cinco años para su jubilación, solo pide  “que me respete la salud, porque los achaques van llegando, sobre todo la artrosis y después disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y descansar, pues ahora abro todos los 365  días del año, menos medio día a la semana”.

Y sin perder la sonrisa se muestra satisfecha con esta vida detrás del mostrador, de la confianza de los clientes y los amigos y amigas ganados en 40 años.

Nosotros la felicitamos por mantener después de 40 años la “tienda de toda la vida” y le hacemos este pequeño homenaje en reconocimiento a tantos años dedicados al trabajo y a satisfacer a los clientes.

¡¡ Enhorabuena por todo ello Rosi!!