La muestra se compone de diez obras de las que seis son inéditas, de nueva creación y otras cuatro obras anteriores que pertenecen a las serie de golpes de mar y geografías del mar.

 "Los pétales du naufrage”  son una continuación de la última serie titulada las flores del agua. Pretenden ser un homenaje a los náufragos y fallecidos en la mar. Es tradición dispersar coronas de flores en las fiestas marineras en homenaje a los marineros y navegantes fallecidos. Una metáfora estas obras de la fragilidad humana, al igual que lo es la ola, de lo que se deshace.

La  pintura no obstante es la verdadera protagonista, las veladuras, las transparencias. Hay un guiño a Ophelia y a esa tradición romántica de la muerte entre las flores, pero también una inspiración en las aguas de Monet. Como señala Julio Cesar Iglesias: como habitante de un mundo y de un tiempo en el que la fragilidad, la fugacidad y la caducidad determinan las cadencias cotidianas de los hombres y mujeres de este principio del nuevo milenio.

 Guillermo Simón traslada estas pulsiones contemporáneas a sus oleos,  no sólo por el trasunto temático, también por la ejecución. La condición acuática impregna estas obras, La fluidez en la que los colores manan, discurren, se filtran y derraman. Guillermo Simón sigue navegando por las aguas en su obsesión por retener los instantes, por atrapar la belleza marchita, como forma de prestar testimonio por la vieja inquietud del ser humano frente a la caducidad y la transcendencia.

Sus pétalos del náufrago son la ofrenda ante los túmulos de nuestras tragedias.