A escasos metros de donde se encuentra hoy ubicada la  capilla en honor a San Blas existe un lugar denominado, “Conciella" que etimológicamente quiere decir "reunión" y que según documentos de antiguos historiadores en esta zona habría existido bien un árbol o un dólmen que sirviese de punto de reunión y encuentro entre los pobladores del Castro de Camoca y los Lugones-Arganticaenos de la zona de Grases.

   En la actualidad Csquita y su capilla de San Blas vuelven a servir de lugar de reencuentro y despedida, para todos aquellos peregrinos que con rumbo hacia Santiago, es aquí en esta encrucijada de caminos donde deben decidir si tomar dirección norte-Gijón o primitivo Oviedo; por ello aprovechando la premisa de ser un lugar de paso ‘estratégico’ los 8 vecinos que hoy conforman el barrio, Mari Paz Campa, Javier Casielles, Enrique Solares, Rafael Prida, Ángel Sánchez, Ángel Álvarez y Manuel Villar, Juan Alonso, su mujer, Rebeca Arias, y el pequeño Mateo, cada día 3 de febrero honran  a su patrón con la fiesta de San Blas S, y ponen en ello  “alma, corazón y vida”  para que Casquita siga conservando ese sabor  de unión y camaradería  que ya les legaron sus  antepasados, y que a través de este reportaje fotográfico de la última fiesta  todos podréis  comprobar…

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