Relojería y joyería Jurado pasa a la historia del comercio local de Villaviciosa
Villaviciosa. Vicente Alonso
Otro de los comercios con casi un siglo de historia en Villaviciosa, Joyería relojería Jurado, echa la persiana el próximo 31 de diciembre. Un negocio con solera en el casco viejo de La Villa, donde miles de maliayeses y asturianos han comprado su reloj o una joya a lo largo de varias generaciones.
“A principios de los años treinta del pasado siglo, mis abuelos paternos, Juan Jurado, natural de Córdoba, y Consuelo Piñan de Selorio, se trasladaron con sus hijos desde Colombres a Villaviciosa, donde fue destinada mi abuela como maestra de la escuela de Amandi. Mi abuelo abrió un comercio y taller de relojería en el bajo de un inmueble de la entonces Plaza de Pidal, hoy del Ayuntamiento, a la vez que se hacía cargo del mantenimiento del reloj de la casa consistorial”, recuerda ahora a la jubilación, José Jurado, “Pepín”, repasando los comienzos y fundación del histórico comercio
Los padres del homenajeado y fundadores de la Joyería, Leonides Fernández Viñes y José Jurado Piñan
Una tradición relojera que continuó su padre “Pepe Jurado”, casado con Leonides Fernández (Like), que se estableció por su cuenta en un local del Ancho en 1948 donde se sitúa actualmente. En 1970, “Pepín” Jurado se hizo cargo de la relojería y joyería desarrollando toda su vida laboral que continuó hasta ahora que se jubila tras 50 años de actividad profesional. “De mi padre aprendí el oficio desde los 18 años. Fue un trabajo que me gustó, sobre todo en el trato con los clientes, y al que me dedique con toda la profesionalidad que pude y supe. Recuerdo los buenos años del negocio cuando la mayoría de las piezas que se vendían eran de oro. En los últimos años todo ha cambiado radicalmente, y aunque todavía se vende algo en oro y plata, la moda trajo la venta de otro tipo de complementos y piezas, que aunque de marca, son más económicas y con otro tipo de materiales”, reconoce el último comerciante de la saga de relojeros “Jurado”
“Ahora llegó la hora de mi jubilación, dando fin a una trayectoria familiar de tres generaciones de relojeros de oficio, cuando precisamente los oficios nobles van cayendo en el baúl de los recuerdos”, dice Jurado en su despedida reivindicando el valor de una profesión que ahora no tiene relevo
El último día de este año echará el cierre definitivo. “Este anómalo año seguro que no lo vamos a olvidar nunca, y yo tampoco. Pero quiero dejar mi agradecimiento más profundo y sincero, a todas las personas que han depositado su confianza en nuestra labor profesional a lo largo de tantos años, tanto en la de mi abuelo, como la de mi padre y en la mía, donde fuimos forjando buenas y sinceras amistades”, dice dando las gracias en el cierre de uno de los negocios más longevos de Villaviciosa