La Asociación de Vecinos de Rozaes celebraron ayer   la VIII Feria de los Figos, en una tradición que convierte a esta  parroquia de Villaviciosa en capital  de los figos

La mañana comenzó con  juegos y actividades infantiles y   puertas abiertas en los molinos de la zona lo que atrajo a decenas de visitantes para conocer su funcionamiento. Como novedad en esta VIII edición de la feria se pudieron visitar las antiguas escuelas rurales  de la localidad, con una exposición   de la primera parte del siglo pasado en la que en una aula se pudieron ver  libros y objetos que  en su mayoría datan de entre 1930 y 1960, incluso con un cuaderno original de los años 40.

 Otra actividad muy  concurrida fue la que reunió a niños y mayores que  mayaron sidra dulce en un  tradicional “duernu” que después se pudo degustar para sorpresa de los numerosos visitantes de la feria   

Con la colaboración del Ayuntamiento y Caja Rural de Gijón en la  feria se podían   encontrar numerosos  puestos con productos de la huerta de  otoño con nueces, manzanas,  castañas, quesos,  artesanía. Además de  figos con el sabroso fruto local,  destacaron las   mermeladas,   tartas  y  oras especialidades de repostería típica asturiana en torno a los figos  de Rozaes, que ayer fueron escasos por culpa de las altas temperturas de las últimas semanas. La feria muy concurrida, estuvo animada por los sones asturianos de la Banda Gaites Villaviciosa El Gaitero

Fotos gracias a Cristina Carneado