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Es época de tomates de temporada, y en los días de mercado de la plaza de abastos de Villaviciosa  no hay puesto que no  se llene de tomates  de todas las variedades, formas,  colores  y sabores procedentes de todas las huertas de las aldeas del  concejo maliayo. En los  últimos  mercados el protagonismo se lo llevan los tomates  autóctonos de kilo de la variedad  conocida   como ‘tomate antiguo’ o de ‘Somió’   que cosecha  Dolores Costales en su huerta del ‘Ferreru’ en  Candanal

“Este tomate que este año tiene forma enroscada   a mi  es uno de los más me gustan,  y gusta a todos   por su  sabor natural y   su versatilidad en la cocina tanto para ensaladas como salsas, y perfecto para ensaladas o  la tan de moda,  tostada de   con pan y aceite.  Es un tomate de mordisco con una piel fina y suave con poca semilla que cuando está en su punto de  maduración óptimo es delicioso” explica  Dolores Costales  sobre este tomate asturiano   que se  vende a 3 euros el kilo

“Este año tardaron más en madurar porque está viniendo poco sol, pero  tenemos ejemplares muy grandes porque crecieron mucho  por la  buena temperatura las últimas semanas”, añade la  experta cosechera maliayesa que acompaña en  los mercados a sus padres Mario  Costales y Mercedes Alvarez

En el puesto de la plaza   de estos aficionados a la huerta  del  valle  de Peón y   Candanal también  se pueden ver  una docena de variedades de tomates que cultiva Dolores Costales,  “porque me gusta experimentar plantando variedades de aquí y otros países”. Así se pueden ver Monterosa, Tresor, Mar azul, Kumato,   Raf, Calabash,  San Marzano,  además del  ‘tomate nuestro  de Somió’”. Y una gran variedad de pequeños tomates que llaman la atención, por su color y su rico sabor,  como los   amarillos  de la variedad ‘Gran sol’, naranjas como el ‘Hobby’, el púrpura  “Cherokke purple”,  o los novedosos “Yonn” de color  negro

Cherries   Mar Azul y los antiguos de Somió

Pero sin duda uno de los  preferidos de  Costales es el “de Somió”   del que Costales dice, “es tan rico que se puede comer hasta crudo,  sabe a tomate, tomate”. Ahora además  su espectacular tamaño ‘de kilo’   sorprende a   visitantes locales y  veraniegos de  la plaza de la Villa