Caso 60 años  después de compartir aulas, pupitres y vivencias inolvidables, los primeros alumnos del Instituto Técnico Mixto de Villaviciosa, hoy conocido como IES Víctor García de la Concha, volvieron a reunirse en su esperado encuentro anual.

Segundo curso de bachiller del año 1971-72

El emotivo acto, que mantiene viva la memoria de una etapa que marcó a toda una generación maliaya, se celebró en el restaurante Casa Pepito de Peón, contando con más de treinta antiguos compañeros, algunos llegados desde distintos puntos de Asturias e incluso desde el extranjero.

Equipo de balonmano del instituto

Desde Santo Domingo, viajó expresamente para la celebración Hilario Lavandera, quien no ocultó su emoción por el reencuentro. "Nací en Arroes, pero llevo más de 40 años en República Dominicana. Cada año elijo esta fecha para volver de vacaciones a Villaviciosa con mi esposa María José Portela. Sueño todo el año con este día, reencontrarme con antiguos compañeros con quienes sigo manteniendo amistades maravillosas", apuntó Lavandera, recibido con abrazos y numerosas fotografías, prueba de que los lazos forjados en la juventud perduran a pesar del tiempo y la distancia.

Obra de teatro en el salón de actos del instituto

El ambiente estuvo cargado de nostalgia, alegría en fotografías de sus vidas, anécdotas y recuerdos de Instituto como los  compartidos como los de las   hermanas Maite y Angeles Diaz Sopeña de Rozaes en Villaviciosa. El ambiente estuvo cargado de nostalgia,  fotografías de la época, anécdotas y recuerdos de Instituto como los  compartidos por   hermanas Maite y Angeles Diaz Sopeña de Rozaes en Villaviciosa. “En aquella época, todavía en dictadura, la presencia de la religión en el instituto era muy grande,  se rezaba en clase al llegar por las mañanas, había rosario el viernes después del recreo con D. Juan y misa en algunas fechas. También teníamos una asignatura de política, Formación del Espíritu Nacional, que era puro adoctrinamiento. Manejábamos por ejemplo las Obras Completas de J.A. Primo de Rivera.  Y habia asignaturas diferenciadas,  ‘Labores y hogar’  para las niñas y ‘Trabajos manuales’ para los niños”, recuerdan  ambas con una sonrisa, tras dedicar después su vida laboral precisamente a  la enseñanza

Durante el almuerzo, se rindió un sentido homenaje a compañeros fallecidos, con un recuerdo cargado de emoción y recuerdos. "Siempre están con nosotros en el corazón, y cada reunión tiene un momento especial para recordarlos", señalaron Andrés Pérez Cuetara y Luz Acevedo Valentín, dos de los promotores de estos encuentros.

Hermanas de Rozaes Angeles y Maite Díaz Sopeña

Más que un reencuentro, la cita fue una reafirmación del valor de la amistad, aquella que, forjada en los años de juventud, sigue viva a lo largo del tiempo. Con la misma ilusión de siempre, todos esperan ya la próxima edición.