
FOTOS. El arzobispo Sanz Montes acompaña a las Clarisas de Villaviciosa en Santa Clara
Como cada 11 de agosto, la comunidad de monjas Clarisas de Villaviciosa celebró la festividad de su patrona y fundadora, Santa Clara de Asís. La jornada, profundamente significativa para la vida espiritual del convento, reunió a cerca de un centenar de personas entre vecinos, amigos y turistas que cada año se suman fielmente a esta celebración.
La iglesia del monasterio se llenó por completo para acoger la solemne eucaristía, presidida por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. Durante su homilía, el prelado destacó con especial énfasis la entrega silenciosa y generosa de la comunidad religiosa: “Doy gracias a Dios por la presencia de las hermanas Clarisas en Villaviciosa. Con su vida de oración, trabajo y silencio, nos enseñan a vivir con fe y esperanza. Son un tesoro para nuestra Iglesia y para todos los que las rodean”.
La misa contó también con la participación del párroco local, Gonzalo José Suárez, y varios sacerdotes llegados de distintos puntos de Asturias. Entre los asistentes se encontraba el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega Riego, quien quiso acompañar a la comunidad en esta fecha tan señalada.
Este año, la celebración se desarrolló de forma más sencilla que en ediciones anteriores, sin la tradicional procesión por los jardines de la plaza San Francisco. No obstante, el ambiente fue igualmente emotivo y entrañable, marcado por la cercanía y el recogimiento.
La madre abadesa del convento María Luisa Picado Amandi compartió palabras cargadas de devoción a Santa Clara: “Desde el corazón de nuestra vida espiritual, Santa Clara lo es todo para nosotras. Fue una mujer noble que renunció a todo por una vida de oración, fraternidad y compromiso social. Su espiritualidad, amistad y amor por la humanidad siguen inspirando hoy, como símbolo de paz, maternidad y bendición universal. Hoy celebramos un día verdaderamente único para esta comunidad”, expresó con emoción la abadesa
Tradición y gratitud en forma de panecillos
Al finalizar la ceremonia, las religiosas ofrecieron a los asistentes los tradicionales panecillos benditos de Santa Clara, elaborados artesanalmente por las hermanas en el obrador del convento.“Se trata de una tradición muy antigua que hemos recuperado en los últimos años como un humilde gesto de gratitud hacia todas las personas que colaboran con nosotras y nos acompañan en esta celebración”, explicó la madre abadesa.
Concierto de música sacra para cerrar la jornada
Ya al atardecer, el monasterio acogió un concierto de música sacra a cargo del organista alemán Matthias Müller y la soprano asturiana Isabel Díaz Costales, que ofrecieron una interpretación de gran calidad artística y espiritual, Fue un brillante cierre a una jornada especialmente significativa para la comunidad religiosa y para toda Villaviciosa.
Fotos gracias a José Villarino y Angel Valle