El pasado sábado  en la Casina de la Oliva de Villaviciosa, tuvo lugar la fiesta de verano de la Asociación Pro Personas Discapacitadas Raitana. Un encuentro de convivencia donde se reunieron socios/as y voluntarios/as, junto con las familias de las personas de  esta asociación, para pasar una tarde amena y divertida todos juntos.

La Asociación Raitana cumple ya tres meses en este proyecto. Además de la convivencia,  hay actividades de musicoterapia, habilidades sociales, juegos, ajedrez, pintura, fisioterapia… y donde cada uno de los voluntarios de la asociación ha aportado su granito de arena.

La celebración veraniega a la que asistieron algo más de mediocentenar de personas, contó con la visita del Alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, quien apuntó “En primer lugar agradecer el gesto de la Fundación Cardín cediendo el uso de la Casina de la Oliva para que “Raitana pudiera realizar las actividades, que ahora está realizando. Y en segundo lugar les exprese el compromiso de colaboración desde el Ayuntamiento en todo lo que necesiten y sea posible”.   Añadió Vega, “Una de sus principales necesidades es un local adecuado y vamos a trabajar para conseguirlo. Pude comprobar la gran labor que realizan con las personas con discapacidad y sus familias, y como están logrando poner en relación a todos ellos y al voluntariado. Es una labor merecedora de apoyo y queremos hacerlo desde el Ayuntamiento” 

El encuentro finalizó con una merienda en el “prau” de la Casina de la Oliva, donde no faltó la música y los bailes improvisados de alguno de los asistentes. Así Yoni cantaba canciones sin parar y las acompasaba con la caja de sonido. Calín e Isabel bailaron por sevillanas. Pedro contó algún chiste acompañado por su madre. Otra vez Calín contó chistes e Isabel hizo de traductora y su hermana también improvisó alguna traducción simultánea.  Pablo tocó la gaita. Flavio, de Brasil, tocó la guitarra y nuestra Emi tocó la pandereta cantando asturianadas, compartiendo asi un encuentro de lo más animoso

Todos y todas, bailaron, cantaron, hicieron una conga, rieron, se abrazaron,  y nos dieron una esperanza de que algo bueno está pasando cuando la gente se junta para ayudarse mutuamente, para darse apoyo y ánimo cuando hay dificultades, porque todos nos volvemos niños cuando miramos a los ojos a personas muy especiales y nos sentimos con ellos y ellas y como ellos y ellas y con sus padres, madres, hermanos y hermanas...

El centro que cuenta ya con más de 20 voluntarios, permanece abierto durante los meses de julio y agosto de lunes a viernes a 16,30 a 19,30 horas y el resto del año de lunes a viernes, por la mañana de 11,00 a 13,00 horas y por la tarde de 16,30 a 19,30 horas.