Enrique Nicolás desde Murcia a Villaviciosa para conocer el ancestral proceso de hacer sidra
El murciano Enrique Nicolás Hernández es todo un amante de la cultura, paisaje, naturaleza, tradiciones y gastronomía de Villaviciosa. Unas visitas que se repiten desde hace más de diez años acompañado de hermanos y varios amigos, para disfrutar de todas sus vacaciones anuales de Semana Santa, agosto y Navidades. “Estamos atrapados por esta tierra asturiana. La naturaleza y su verde me embarga, pero lo que más me tienen cautivado es la gente por su bondad y generosidad, y como nos han acogido. No nos sentimos turistas, nos sentimos como alguien más de la familia, como unos invitados a casa”, asegura este ingeniero Agrónomo de la especialidad de jardinería y paisajismo, creedor entre otros trabajos de varios jardines y parques en Murcia y otras ciudades españolas, y diseñador del campo de golf La Nueva Condomina y el Mosa Trayectum, de esta Región levantina
Una de sus mayores pasiones de este murciano es la cultura del vino, para lo que ha recorrido numerosas bodegas españolas y argentinas. Ahora se ha decidido también por descubrir la ancestral tradición de la sidra en Villaviciosa. “Cada vez quedan menos tradiciones centenarias y en Asturias todavía las encuentro. El conocer como es el proceso de recoger la manzana y mayarla para hacer sidra me está trasportando siglos atrás”, reconoce Nicolás Hernández que ha viajado desde Murcia en avión expresamente a Asturias durante una semana para conocer un llagar de Villaviciosa y ver un proceso con tanta tradición.
Para ello Nicolás Hernández ha sido invitado por la familia maliayesa de Rosendo y Marisa García de Les Vegues en Fuentes, quienes tienen un llagar centenario de toda la familia que fue fundado por Rosendo García Sánchez. Esta semana están contando para enseñar a hacer sidra al murciano con la colaboración y explicaciones de José Luis García Guerra, todo un maestro en la elaboración de sidra natural casera.
“Para la visita de Enrique hemos empezado mayando unos 4000 kilos de manzana, que nos producirán unos 3000 litros de sidra aproximadamente, aunque mayaremos otra cantidad similar. Lo hacemos en un llagar de madera propio con de un siglo de antigüedad donde ya se hizo la sidra que gano el primer premio, del primer Certamen de Sidra Casera celebrado en el año 2006 en Villaviciosa”, explica José Luis, “Guerra”, para la familia y amigos, otro enamorado de la tradición sidrera.
José Luis García Guerra y Enrique Nicolás Hernández probando la primera sidra dulce del duernu
“Lo primero que me ha sorprendió es la cantidad de variedades de manzanas y como se mezclan las distintas especies para conseguir hacer una buena sidra. Pero también la antigüedad de sistema de elaboración en el que tras echar las manzanas al llagar de madera, el esfuerzo de prensarlas con una palanca también de madera, que aquí llaman “fusu’. Hay que hacerlo prensando a mano entre cuatro personas la manzana, tres o cuatro veces al día, durante cinco días. El esfuerzo que requiere es extraordinario, y después ver como ya va cayendo el mosto de la manzana o sidra dulce, por cierto exquisita, a un recipiente de madera que aquí se llama ‘duernu`’, me pareció todo un proceso muy cuidado y realmente auténtico”, asegura el visitante murciano, quien reconoce entre risas tener agujetas en los brazos después de días ayudando a prensar en el llagar.
Entusiasmado con la experiencia, Enrique Nicolás dice, ”ha sido todo un lujo conocer un proceso que me parece único que jamás olvidaré, y otro lujo, contar con unos anfitriones a los que doy las gracias y que siempre estarán en mi corazón. Además mayando nos enteramos que la cultura sidrera asturiana era nombrada candidata española al Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Se lo merece y es una gran noticia para todos. Es otra alegría más que me llevó de esta tierra”, manifiesta doblemente contento. Ahora ya espera la próxima visita a Villaviciosa para recoger unas cuantas botellas de sidra que se llevará a Murcia, de las que el participo en su elaboración, como recuerdo de una de sus mejores experiencias vividas hasta ahora en Villaviciosa.